Xi Jinping y Trump condenan juntos el test nuclear de Pyongyang
El test nuclear es “una acción de provocación y desestabilización”, que resulta “peligrosa para el mundo” y que no favorece los intereses de Pyongyang. Embajador de Corea del Norte en la ONU: el test es un “paquete de regalo para los EEUU”. Se instalaron cuatro rampas del sistema anti-misiles THAAD, contra la voluntad de Beijing y Moscú.
Seúl (AsiaNews) – Los presidentes Xi Jinping y Donald Trump han expresado una condena conjunta del experimento nuclear que Corea del Norte llevó a cabo el 3 de septiembre pasado. En una conversación telefónica mantenida anoche, ellos prometieron coordinar de cerca los esfuerzos tendientes a liberar a la península coreana de la amenaza nuclear. Los dos presidentes han definido el test como “una acción de provocación y desestabilización”, y han dicho que la vía tomada por Pyongyang es “peligrosa para el mundo” y que ésta “no favorece sus intereses”.
La agencia Xinhua también ha subrayado que Xi está decidido a resolver la crisis de un modo pacífico, y que Beijing otorga suma importancia a la visita de Trump a China, que será hacia fin de año.
Trump, después de las amenazas belicosas pronunciadas días atrás, ha dicho que “la opción militar no es la primera” que se tiene a disposición.
Para los analistas, la unidad en los propósitos, tan manifiesta, es una confirmación de que el objetivo de Pyongyang no es únicamente Washington, sino que también abarca a China y a Xi Jinping. Tal como hizo notar Zhang Lianghui, profesor de Estrategia Internacional en la Escuela Central del Partido en Beijing, en los pasos que está dando Kim Jong-un también hay un “factor China” en juego. “Corea del Norte hace un jugada dura toda vez que China tiene un gran evento”. El lanzamiento del 3 de septiembre ocurrió en la vigilia del encuentro de Xi con los países del BRICS. Otro test con misiles sucedió en el pasado mes de abril, justo antes de que Xi entablase un coloquio con Donald Trump en Florida; otro más, en mayo pasado, se produjo antes de que China pusiera en marcha su programa “Belt and Road initiative”.
En tanto, las provocaciones de Corea del Norte no se detienen. Dos días atrás, en la sede de la ONU en Ginebra, su embajador, Han Tae Song, en ocasión de una conferencia sobre desarme, dijo que el misil y los test nucleares de su país, incluido el último con una bomba de hidrógeno, “son un paquete de regalo” para los Estados Unidos. “Los EEUU –precisó- seguirán recibiendo más paquetes de regalo enviados por mi nación, si ellos continúan con las provocaciones desconsideradas y los intentos fútiles de ejercer presión sobre Corea del Norte”.
Los Estado Unidos y Corea del Sur están trabajando para incrementar el apoyo a una resolución de la ONU que incremente las sanciones contra el Norte, que incluirían el corte del suministro de petróleo. Pero Beijing y Moscú no parecen compartir esta senda, al menos por el momento.
En tanto, esta mañana en Seongju, a unos 300 km al sur de Seúl, se instalaron, de manera “provisoria” otras cuatro rampas del sistema anti-misiles THAAD. Hay dos rampas que ya se encontraban funcionando. La instalación hizo surgir protestas y manifestaciones de la población local (v. foto 2), que teme el impacto ambiental que pueda provocar el sistema, a causa de las ondas electromagnéticas de los potentes radares y baterías eléctricas, altamente contaminantes. Al menos 400 residentes y activistas intentaron detener al convoy que trasladaba las rampas, enfrentándose con un despliegue de 8.000 soldados.
Rusia, y sobre todo China, se oponen a la instalación de los potentes radares del sistema THAAD, puesto que tendrían la capacidad de monitorear instalaciones militares, incluso las de China, poniendo en peligro su seguridad.
04/09/2017 12:06
31/10/2017 11:53