Xi Jinping está perdiendo la guerra de los aranceles
El grande disidente, en exilio en los Estados Unidos, desmonta una por una todas las “armas” que el presidente chino puso en acto para contrastar a los EEUU en la guerra de los aranceles. Dentro del Partido existen muchas críticas hacia Xi y persiste el riesgo de su fin. El mundo libre (UE, EEUU; Japón, etc.) parece estar en coalición contra las prácticas comerciales malvadas de China. Es urgente una reforma del sistema judicial.
Washington (AsiaNews) – La situación de la guerra comercial China-EEUU era ya clara cuando el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump había anunciado los primeros aranceles por el valor de 50 millardos sobre las importaciones (chinas). Pero el presidente Xi Jinping no se preocupó y estuvo determinado a combatir con “armas de alta calidad”. Cuando Trump anunció impuestos sobre 200 millardos de importaciones chinas, los europeos sonrieron secretamente- parecía que estaban dudando, aún obteniendo grandes órdenes comerciales. Cuando Trump dijo que no dudaría en tasar todos los 500 millardos de importaciones de China, casi ninguno de los líderes del Partido comunista chino pudo más callarse.
A ese punto, Xi Jinping había perdido la guerra y era incapaz de volver atrás. Ahora, de lo que habla la gente y discute es si él terminará su dirigencia según el modelo de Hua Gofeng o según el de la Banda de los Cuatro o hasta según el modelo de Liu Xiaoqi. Todo permanece por ahora incierto. Pero si el continúa hasta el final, él podría morir sin ni siquiera tener un lugar digno donde enterrarlo. Pero, ¿cómo y cuándo perdió? Algunos dicen que el perdió juzgando en modo equivocado la situación. Otros dicen que juzgó mal la determinación de Trump. Ambos tienen razón, pero estos no son los errores que están en la raíz. Su error fundamental es el juicio equivocado que él tiene sobre sí. Él está demasiado confiado en sí mismo y lleno de autoestima, pero le falta la fuerza necesaria. Un paso después del otro, él cayó en la trampa por él mismo preparada.
Quizás no sabe que su departamento de propaganda usa jactarse. Parece que él no lo sepa y así él está engreído en su autoestima y piensa hasta que el tiempo esté maduro para ser emperador. Él pensaba que haber tenido relaciones con políticos americanos por muchos años podía ser la barita mágica, que era suficiente para no apreciar suficientemente la insatisfacción de los americanos y de los europeos. Él pensó realmente que la democracia es una falsedad y que el dinero puede resolver todos los problemas. El resultado es que esta autoestima del ‘nouveau riche’ (el nuevo rico) lo engañó y llevó China a caer en una situación que es difícil de resolver.
É debería estar cerca de los maleducados y lejos de los gentlemen, dad su debilidad humana en el placer y ser adulado.
Lo que ha llevado a creer en las ideas podridas por retardados mentales de sus consejeros, en el reivindicar su represalia usando “armas de alta calidad”, con la plena confianza de expresar su determinación en el combatir contra Trump. ¿Qué sucedió después?
Psra Xi, la primera “arma de alta calidad” era de unir a los europeos contra los americanos. A este fin, Xi Jinping, el Premier Li Keqiang y otros han distribuido amplios pedidos comerciales en Europa, prometiendo ganancias y usando amenazas y seducciones. Pedro hace un par de días, le Unión europea firmó un acuerdo con Trump para comprometerse hacia el reajuste de los aranceles, también con Japón y otras mayores economías occidentales. Esto es un golpe para Xi.
La segunda “arma de alta calidad” para Xi era la de concentrar su fuerza sobre los agricultores del Medio Oeste, que votaron a Trump, forzando a este último a dar un paso atrás. En cambio, la mayor parte de los agricultores del Medio Oeste continúa apoyando a Trump aunque ellos puedan sufrir pérdidas. Recientemente Trump les dio 12 millardos de recompensa. Esta movida de Xi fue totalmente sin suceso.
La tercer “arma de calidad” de Xi era usar a las compañías de EEUU para hacer lobby sobre el pueblo americano y sobre los políticos, sosteniendo que los aranceles habrían hecho mal al pueblo americano. Un gran número de académicos y expertos pagados han dicho la misma cosa, pero sin ningún efecto. Lo que el público americano vio fue la disminución de los precios sobre los alimentos y otros bienes de consumo muy económicos importados detrás de otros países. Los americanos no están turbados y su economía crece con fuerza. La sociedad americana es indiferente y la credibilidad de estos académicos pagados está en declino. Este es justamente el caso en el cual Xi Jinping arrojó el mango después del hacha (perdió sobre toda la línea, Ndr).
La cuarta “arma de calidad” de Xi fue la devaluación de la moneda china para contrastar los aranceles americanos. Esta quizás sea la movida más hedionda. La inflación hiere ante todo a la gente en China y conduce a la fuga de capitales y al estancamiento en las inversiones. Todo esto afecta a la ya agitada economía china y agrega nuevas cargas a los chinos que ya tienen dificultad para vivir. Este es un caso típico de representante gubernamental que obliga a los civiles a ir a la oposición.
¿Realmente estos trucos desbaratarán la guerra de los aranceles de Trump? Esto presupondría (en él) una reacción de un niño de jardín de infantes. Trump puede aumentar los aranceles al mismo porcentaje en cualquier momento y hasta sin la aprobación del Congreso estadounidense. Los europeos, que son bastante astutos, ya han incluido en sus aranceles el porcentaje que deriva de la manipulación de la moneda en China. En total, ellos han creado un (incremento) medio de un 50% de aranceles sobre las importaciones chinas, que quita el fastidio de incrementar los aranceles cada vez, El truco de Xi recuerda lo que han hecho los mafiosos de Tianjin: poner ladrillos incandescentes sobre sus piernas, esperando que esta acción de auto-flagelación pudiese asustar a los otros. Lástima que los occidentales no tengan tanto temor a la rebelión de los chinos, dado que eso no hace mal a los intereses de los occidentales.
En concreto, tratemos de prever cómo irá a terminar. Por el momento de los aranceles por 50 millardos de dólares, si las condiciones del negociado siguen siendo las mismas, China podrá perder el surplus comercial con los EEUU. Pero ahora, es necesario que el régimen comunista pierda su mismo ser ilegal en China. O, podemos decir, la reforma del sistema judicial es la condición mínima. De otro modo ninguna otra condición podrá ser salvaguardada.
17/12/2016 13:14