Wickremesinghe: La responsabilidad del gobierno respecto a las masacres de Pascua

de Melani Manel Perera

La exposición del premier esrilanqués ante el Comité de Investigación parlamentario: “Mis hombres no fueron advertidos del peligro inminente”. En los atentados del 21 de abril pasado murieron 263 personas. El presidente Sirisena no lo invitaba a las reuniones de Consejo de Seguridad desde el mes de octubre de 2018.

Colombo (AsiaNews) – Las responsabilidades por las fallas y errores en las actividades de inteligencia, que salieron a la luz luego de las masacres de Pascua, deben ser atribuidas a todo el gobierno de Sri Lanka. Fue lo que declaró ayer el primer ministro esrilanqués, Ranil Wickremesinghe (foto), durante su exposición ante el Comité de Investigación Parlamentario (PSC), en Colombo. El 21 de abril pasado, los atentados terroristas en tres iglesias y tres hoteles de lujo de la capital se llevaron la vida de 263 personas y culminaron con 600 personas heridas, en su mayoría, fieles cristianos.

“Como gobierno, no podemos rehuir de la responsabilidad” , afirmó Wickremesinghe. “El PSC -agregó- se está reuniendo para descubrir dónde fue el desvío. Sin duda, hubo lagunas. De momento, estamos en un período de transición y nuestra intención es dar con medidas para que esto no se repita”. El premier contó que los ministros competentes le informaban cada tanto sobre las actividades de los extremistas islámicos en el país, de modo de no tener que esperar a las exposiciones del Consejo de Seguridad Nacional (NSC), que se realizan cada dos semanas. .

Durante la audiencia, el primer ministro declaró haber participado en el NSC por última vez en octubre de 2018. Luego de esa oportunidad, el presidente Maithripala Sirisena dejó de invitarlo a participar. Sirisena también dejaba al margen de las reuniones al jefe de policía, Pujith Jayasundara.

El premier confirmó la existencia de reportes y comunicados informativos respecto a las actividades terroristas en el país, que fueron recibidos de los servicios de inteligencia extranjeros, a través de canales diplomáticos. En ellos no se alude solamente a los fundamentalistas islámicos, sino también a los militantes cingaleses y a los intentos fallidos de lograr el resurgimiento del extremismo tamil. En algunos informes se advertía a las autoridades de Colombo acerca de las actividades de Zahran Hashim, el líder del National Thowheed Jamath (NTJ), el grupo yihadista autor de los atentados de Pascua. “Hemos entregado el comando de Operaciones de Antiterrorismo (TID). La policía había informado a la oficina del procurador general. El TID obtuvo una orden de arresto contra Zahran, pero consideraba que Zahran había abandonado el país por mar, y que se había dirigido a la India”.

Wickremesinghe concluyó su presentación afirmando que la División de Seguridad del primer ministro (PMSD) no estaba en conocimiento del intercambio de misivas entre el jefe de la policía y el ex secretario de defensa, que salió a la luz luego de los atentados. Los altos funcionarios de Seguridad solían intercambiar alertas ante cualquier amenaza . “Mis funcionarios no fueron informados -afirmó el premier-. He controlado [el material] luego de las masacres y no había recibido nada al respecto. Solo supe de ello después del 21 de abril”.

(Photo credit: Chamila Karunarathna)