Vértice Asean sobre los migrantes: Myanmar contra la Onu, la crisis no es culpa nuestra
Bangkok (AsiaNews/Agencias)- En la reunión extraordinaria Asean-asociación que reúne a 10 Estados del Sudeste asiático- que se inició hoy en Bangkok, en Tailandia, para discutir sobre la crisis migrantes, dura intervención de Myanmar que reenvía al remitente las críticas y las responsabilidades. Htin Lynn, ministro birmano de Exteriores, no escondió la insatisfacción hacia la agencia Onu para los refugiados (Unhcr), que se apeló al gobierno de Naypyidaw para que conceda la ciudadanía a los Rohingya . Mientras tanto los representantes de las naciones Asean, a los cuales se unieron EEUU, Naciones Unidas y otras naciones interesadas en el flujo migratorio en la región Asia-Pacífico han estado de acuerdo sobre el nivel “alarmante” alcanzado por la situación.
En las últimas semanas, miles de Rohingya y trabajadores migrantes irregulares abandonaron Myanmar y Bangladesh a bordo de embarcaciones, enfrentando el mar abierto para tratar de llegar a las costas de Tailandia, Indonesia o Malasia. Activistas, grupos pro-derechos humanos y organizaciones internacionales consideran que detrás de la emergencia esté justamente la falta concesión de la ciudadanía en la ex Birmania a la minoría musulmana.
Según fuentes de las Naciones Unidas, todavía hoy habría al menos unos 2.600 “boat-people” a la deriva en las aguas de la región. Entre éstos están los migrantes en búsqueda de un trabajo en el extranjero (Bangladesh) y miembros de la minoría musulmana (Rohingya) en fuga por las persecuciones y abusos en Myanmar. La situación por lo tanto precipitó con la política de los rechazos adoptada- luego desmentidas, al final de un vértice entre ministros de Exteriores-de Yakarta y Kuala Lumpur.
En su intervención, el representante de Myanmar confirmó la intención del gobierno en colaborar en la lucha contra el tráfico de vidas humanas. Pero Htin Lynn agregó que sobre la “cuestión de la migración ilegal de los “boat-people”, no se le puede dar la culpa sólo a mi país. Acusar a alguno, no sirve para nada. Y no nos lleva a ninguna parte”.
En precedencia había tomado la palabra el ministro thai de Exteriores, Tanasak Patimapragorn, el cual abriendo los trabajos, dijo que “el flujo de migrantes irregulares […] llegó a niveles alarmantes”. Él también deseó que se “enfrenten de raíz” los problemas que llevan a estas personas a escapar de sus respectivos países.
Analistas y expertos de política internacional subrayan el creciente consentimiento que está surgiendo alrededor de la cuestión migrantes, un problema que ve enfrentado atacando ante todo a cuántos trafican y lucran sobre las vidas humanas, Yakarta y Kuala Lumpur ha iniciado políticas de acogida, pero el nudo queda ligado a los países de los cuales se origina el flujo migratorio, Myanmar y Bangladesh sobretodo.
Del resto existen pocas razones para pensar que de este encuentro Asean alargado, el cual no podrá por otro lado producir acuerdos vinculantes o directivas rigurosas para los varios países, puedan surgir realmente soluciones concretas o un plan común de acción. De hecho detrás de las aperturas de fachada, pocos gobiernos están realmente dispuestos a abrir las puertas a los migrantes, en el temor de futuros desembarcos de masa.
