Vietnam, en el delta del río Mekong la diócesis de Vĩnh Long da becas de estudio a los niños pobres

de Thanh Thuy

La diócesis ayuda a la población de cuatro provincias gracias a grupos de voluntarios que trabajan con los niños, quienes a menudo son dejados solos por los padres, en su búsqueda de trabajo. El 17 de agosto pasado falleció el obispo y el sucesor aún debe ser elegido. Un párroco: “Estamos aquí para llevar la misericordia de Dios a los hermanos que sufren”.

Ciudad de Ho Chi Min City (AsiaNews) – La población del delta del Mekong “sufre muchas dificultades. Nosotros estamos aquí para llevarles la misericordia de Dios. ¡Estoy muy feliz! Las dificultades se deben a la pobreza, ¿no es verdad? No, no es así. Las dificultades tienen como raíz el hecho de que ellos sufren la pobreza. Debemos estar concientes de esto.” Son las palabras del Padre Peter Dương Văn Thạnh, sacerdote de la diócesis de Vĩnh Long, al sur del país. La diócesis se encuentra entre las provincias de Trà Vinh, Bến Tre y Đồng Tháp, todas ellas situadas en el delta del río más importante de Vietnam.

Luego de haber sido la cuna de la revolución comunista entre los años 1945 y 1975, la diócesis se volvió un punto de referencia de la Iglesia en el sur de Vietnam, contando con 209 parroquias, 176 sacerdotes, 471 catequistas y casi 200.000 feligreses. El 17 de agosto pasado falleció el obispo Nguyễn Văn Tân, y desde entonces la diócesis carece de una guía. Algunos habitantes de la ciudad de Vĩnh Long dicen a AsiaNews: “Tenemos confianza en Dios, su Providencia cuenta hasta los cabellos que tenemos en nuestra cabeza. No abandonará a su gente y a la diócesis de Vĩnh Long. Rezamos a Dios para que nos regale un buen pastor”.

En agosto, en la diócesis se llevó a cabo el Youth Congress Day (Día del Congreso de la Junventud), en el cual participaron miles de jóvenes, compartiendo la propia experiencia y fortaleciendo su identidad católica. Los jóvenes también son protagonistas del grupo voluntario (Nhóm Thiện Nguyện Tín Thác) que conduce actividades sociales y caritativas en las parroquias, rezando siempre junto a los fieles por la elección del nuevo obispo.

El territorio de la diócesis es rico. Son numerosos los campos plantados con arroz y en el río se desarrolla la pesca. La gente solía decir “làm chơi mà ăn thật” (“trabajar es tan siemple como jugar y la cosecha es abundante”).Los tiempos de la abundancia han terminado: ahora la sociedad se caracteriza por una extrema volatilidad a causa del fenómeno de la migración a las grandes ciudades. Con el contexto económico que cambia y el daño ambiental, los campesinos son forzados a transferirse para poder encontrar trabajo.

Un niño de la diócesis de An Hiệp escribe: “Mi nombre es Thành Nhân. Mis padres trabajaban en un astillero. Mi familia es muy pobre y mis padres debieron ir a trabajar a una ciudad que está lejos. Lo único que espero es que mis padres vuelvan conmigo. Plantaremos arroz y tendremos suficiente dinero para pagar los gastos escolares.”

Las actividades sociales de los voluntarios se concentran sobre todo en los pobres y en los niños (70% de la población), aunque no sean católicos. La diócesis coopera con las autoridades locales de las cuatro provincias para brindar becas de estudios.En el último mes, el grupo de voluntarios donó 365 becas a niños de 25 parroquias reunidos en la catedral de la diócesis. Uno de los funcionarios locales dijo que “dar las becas de estudio a los niños pobres es un trabajo que se realiza en común desde todos los sectores, desde todas las religiones, es un deber de todos. Quiero agradecer a Nhóm Thiện Nguyện Tín Thác y a la diócesis de Vĩnh Long por su compromiso y por el apoyo que dan a nuestros niños pobres”.