Vicario de Jerusalén: Es prioritario iniciar el ciclo lectivo, pero no a cualquier costo

Frente al moderado optimismo de los días pasados, Mons. Marcuzzo confirma a AsiaNews que quedan aún varios nudos por resolver. Para el prelado el objetivo es garantizar el inicio de las clases para el 28 de septiembre, pero no en detrimento de los derechos de los institutos cristianos. El gobierno quiere cancelar (para el futuro) el derecho a la huelga y habilitar una doble presidencia en el Comité Interministerial de las escuelas.

Jerusalén (AsiaNews)- “Tras el moderado optimismo de los días pasados, la controversia en lo que se refiere a las escuelas católicas no se ha resuelto aún. Nosotros deseamos imperiosamente comenzar el ciclo lectivo el próximo lunes 28 de septiembre, pero no estamos dispuestos a volver a la escuela y a reabrir las aulas a cualquier precio. También queremos que sean mínimamente respetados nuestros derechos y que haya relaciones justas entre las partes”. Es lo que afirma a AsiaNews , Mons Giacinto Boulos Marcuzzo, Vicario patriarcal de Jerusalén; el prelado está en primera línea en la protesta iniciada por las escuelas católicas de Israel contra las medidas de recorte de fondos y de la estatalización de los institutos, decididas por un gobierno que demuestra poca “sensibilidad” hacia los estudiantes cristianos.

Desde que se inició el mes, las escuelas cristianas de Israel están en huelga. Profesores y alumnos denuncian una doble discriminación en relación a las propias instituciones: el gobierno redujo las subvenciones, que ahora sólo cubren el 29% de los gastos; al mismo tiempo, pone un límite a los aportes que las escuelas pueden recibir de las familias. La batalla de padres y alumnos está sostenida por la Iglesia de Tierra Santa y por los obispos europeos.

La discriminación es un dato que salta como evidente, si se compara con lo que sucede en las escuelas judías ultra-ortodoxas, subvencionadas totalmente por el gobierno, y que no reciben ningún tipo de inspecciones por parte del Ministerio de Educación, aunque no estén en regla con el currículum de estudios. El tema de las escuelas fue uno de los puntos clave del reciente encuentro entre el Papa Francisco y el presidente Reuven Rivlin, en su primera visita oficial al Vaticano.

Los negociaciones entabladas hasta ahora para dar una solución al conflicto han resultado ineficaces, con las escuelas pidiendo 50 millones de dólares para poder abrir sus puertas, y el gobierno dispuesto a dar sólo cinco. Los líderes cristianos confirman su absoluto rechazo a integrarse en el marco del plan de estudios del Estado, perdiendo así su propia identidad y su misión en la sociedad.

Mons. Marcuzzo recuerda que el objetivo primario es el “bien de los estudiantes, por lo tanto volver a la escuela”, pero esto no puede suceder “a cualquier precio”. “Hay que negociar- agrega el prelado- hay puntos que discutir, se resuelve una cuestión y aparece otra”. En particular hay dos puntos de “fuerte conflicto: ante todo quieren quitarnos el derecho a la huelga en el futuro. El gobierno está dispuesto a desbloquear una parte de los fondos, pero a las escuelas católicas les será prohibido hacer huelga” como instrumento de lucha, en el futuro.

El segundo elemento de conflicto se refiere a la guía del Comité Interministerial, que deberá resolver los otros puntos pendientes entre escuelas y gobierno. En estas horas surgió la candidatura, para la presidencia del Comité, del Juez de la Corte suprema, Salim Joubran, árabe israelí apreciado por su trabajo desarrollado como magistrado. Sin embargo, explica el vicario patriarcal de Jerusalén, el gobierno israelí “quiere poner a su lado a un segundo presidente, que es judío. Esto es absurdo -concluye el prelado. Porque no se vio nunca que una institución tenga dos presidentes: elegid un vice, dadle un puesto de presidente adjunto, pero la doble presidencia no puede ser aceptable” (DS).