Vicario de Arabia: entre guerras y epidemias (de cólera), en Yemen la situación es "desastrosa"
Fuentes de la OMS muestran casi 74.000 casos del cólera y más de 600 víctimas (405 niños). Hay 300.000 personas en riesgo. Cada 10 minutos muere un niño de cinco años. Los servicios de salud están colapsados. Mons Hinder: Nuestra oración y ayuda silenciosa a cristianos y musulmanes. Es difícil proporcionar ayuda, necesitamos que se mantenga viva la atención.
Abu Dabi (AsiaNews) - La situación en algunas partes de Yemen es "desastrosa", aunque por el momento no es posible trazar un panorama completo de la realidad porque "es difícil entrar y tener información creíble", basada en la realidad y no filtrada por la propaganda. Esto es lo que dice Mons. Paul Hinder, Vicario Apostólico de Arabia del Sur (Emiratos Árabes Unidos, Omán y Yemen), al comentar la grave crisis humanitaria que atraviesa el país árabe, devastado por casi 30 meses de guerra sangrienta. "Es una nación olvidada - añade el prelado - ante la presencia de otros conflictos, que parecen más interesantes" a nivel mediático, y necesita que se le preste "mayor atención".
Ninguno de los involucrados en la guerra, continúa Mons. Hinder, puede decir que es "inocente", porque hay "violaciones" en ambos frentes. Y quienes pagan los platos rotos son los civiles, a menudo olvidados y abandonados a su suerte, y que se enfrentan "incluso a la emergencia del cólera." Hay muchas potencias inmiscuidas, entre ellos Arabia Saudita, Irán, Estados Unidos, en territorio yemenita combatiendo por el poder; pero como nadie "tiene interés en quedar mal", a menudo ocurre que todo parece caer en el silencio.
Entre las voces críticas,se cuentan las de los funcionarios de las Naciones Unidas, que informan de un "colapso total a nivel social, económico e institucional". Stephen O'Brien, jefe de las emergencias humanitarias de la ONU, dice que la crisis no es el resultado de una coincidencia, sino que la misma es debida a "errores" o a una "falta de acción de las potencias mundiales." Los llamados a la paz, añade el enviado especial de la ONU para Yemen Ismael Ould Cheikh Ahmed, caen en saco roto porque los "frentes de combate hacen oídos sordos."
Desde enero de 2015, la nación del Golfo es escenario de un sangriento conflicto interno que ve oponerse a los líderes sunitas del ex presidente Abedrabbo Mansour Hadi, con el apoyo de Riad, y los rebeldes chiitas Houthi, cercanos a Irán y al Hezbolá libanés. En marzo de 2015, una coalición árabe encabezada por los sauditas que promovió ataques contra los rebeldes, terminó en la mira de las Naciones Unidas por las víctimas causadas [entre los civiles], que también incluyeron niños.
Hasta la fecha, más de 8.000 personas han muerto, son más de 44.000 los heridos y tres millones las personas desplazadas. Casi 19 millones (sobre unos 24 en total) suman las personas que necesitan ayuda humanitaria de varias maneras. El conflicto ha colocado al borde de la inanición a casi siete millones de personas. Cada 10 minutos muere un niño menor de cinco años y más del 55% de los servicios médicos y de salud en el país resultan inutilizables.
Para agravar el sufrimiento también está epidemia del cólera de las últimas semanas, que ahora se ha convertido en una emergencia real. Según fuentes de la OMS (Organización Mundial de la Salud) a principios de abril había casi 74.000 casos sospechosos, las víctimas son al menos 605, y el 40% de ellas son niños. Si no se interviene de manera urgente, advierten los expertos, las infecciones se podrían cuadruplicar en el próximo mes y alcanzar los 300.000 casos, siendo la mitad de los infectados niños, y sin que los hospitales puedan satisfacer las necesidades.
"Por Yemen - dice Mons. Hinder - siento un sufrimiento silencioso, que abarca tanto a los musulmanes que son el 99% de la población, como a los cristianos, casi todos extranjeros, que permanecieron por varias razones. Por supuesto, las condiciones varían dependiendo de la zona del país, pero las dificultades y sufrimientos involucran a todo el mundo". "Sigo orando por la gente - añade el prelado - sin hacer proclamas o anuncios especiales. Oraciones que no son solo en lo personal, sino que también abarcan a toda la comunidad: recientemente, durante una visita a una parroquia en Abu Dabi, he pedido a los fieles rezar por la paz en Yemen, compartiendo mi intención".
Hay personas o entidades, dice el Vicario Apostólico "que ofrecen ayuda financiera y material, pero sigue siendo problemática la distribución." Por ahora, añade, "recogemos" estas donaciones esperando ver cómo habrán de ser entregadas para así "aliviar, al menos en parte del sufrimiento. Estamos listos para ayudar, pero el clima es difícil y es necesario moverse con cuidado". La Iglesia continua "su apoyo silencioso a través de la oración - concluyó Mons. Hinder - aguardando ver los acontecimientos, incluso los políticos, con la exclusión de Qatar de la coalición árabe. Lo importante es no olvidar, mantener viva la atención, y continuar nuestra misión espiritual a través de la oración” (DS).
16/06/2017 10:00
09/06/2017 09:41