Vicario de Alepo: Contra las "atrocidades inimaginables", un centro que alimenta a cristianos y musulmanes
Aleppo (AsiaNews) - En Alepo, la situación es dramática, y el sufrimiento de la población civil ha llegado a niveles de "atrocidades inimaginables". Nación una vez "mosaico de la paz", donde "vivieron juntos 23 diferentes grupos étnicos y religiosos" - como cuenta a AsiaNews el Vicario Apostólico de Alepo de los Latinos, Mons. Georges Abou Khazen - Siria está ahora devastado por una guerra "instigado desde el exterior". Sin embargo, en este escenario de la muerte y la desesperación, la violencia y la barbarie, siguen con vida algunos elementos de esperanza, que se refieren al período anterior al conflicto. Una de estas señales es el centro de las Franciscanas Misioneras de María, con el apoyo de voluntarios y benefactores cristianos y musulmanes, que cada día proporciona ayuda alimentaria a por lo menos 12 mil personas.
En un informe dado a conocer ayer por una ONG internacional surgen gravísimos episodios de violencia contra la población civil en la ciudad de Alepo, en el norte de Siria, segunda en importancia en el país. Por un lado, el ejército del gobierno usaría largos barriles bomba, causando muertos y heridos entre la población. Estimaciones de Amnistía Internacional hablan de que 3.124 civiles murieron entre enero de 2014 y marzo de 2015. Los ataques también han afectado a los hospitales, mercados, escuelas, estaciones, los lugares de culto.
El abuso y la violencia también fueron cometidos por los rebeldes, también responsables de "crímenes de guerra" por el uso de morteros y explosivos contra la población civil, bombas de gas y otros materiales prohibidos por las convenciones internacionales. En los ataques de las distintas facciones que luchan contra el presidente Bashar al-Assad - una galaxia heterogénea que incluye el islamista al-Nusra frontal y los yihadistas del Estado islámico - murieron al menos 600 ciudadanos de a pie sólo en 2014.
Según la organización internacional, ambos frentes en Aleppo serían también responsables de "torturas, detenciones arbitrarias y los secuestros de civiles".
En declaraciones a AsiaNews, Mons. Georges Abou Khazen confirma que "la situación es muy difícil, especialmente para los civiles", contra la que "se están utilizando nuevos cohetes y misiles nunca antes vistos". Ayer mismo, añade, una cuarta parte de la ciudad ha sido "sujeta a estos ataques de los rebeldes, muchas personas quedaron bajo los escombros". A continuación, está la respuesta del ejército gubernamental y el balance empeora. "Es una guerra absurda - continúa el Vicario Apostólico - nadie está a salvo, no hay iglesias o mezquitas u hospitales o escuelas que se utilizan como base para ataques y son luego objeto de represalias".
"Parece que el hombre ha perdido su dignidad - subraya Mons. Georges - y muchas personas han huido de la ciudad. Algunos esperan que el fin de las escuelas y universidades, que se fuera. Las grandes potencias continúan suministrando armas; hemos perdido la confianza, pero no hemos perdido la esperanza". Es parte de nuestra fe, el prelado continúa, es "la promesa del Señor, que invita a no tener miedo, y se confirmó por medio de gestos o iniciativas de solidaridad que eso sucediera".
"Hoy yo estaba en una visita a una escuela, donde se proporcionan alimentos a las personas necesitadas", dice el Vicario Apostólico de Alepo. Se encuentra en el centro de la ciudad y está "dirigido por las Hermanas Franciscanas Misioneras de María", que recibe ayuda de "benefactores cristianos y musulmanes", así como las instituciones internacionales y organizaciones como Cáritas y la Media Luna Roja. "Hoy en día proporciona ayuda alimentaria a por lo menos 12 mil personas, todos los días, sin distinguir entre los seguidores de Jesús o Mahoma", dijo el arzobispo. "En el pasado ayudó hasta 25.000 civiles todos los días - añade -. Y es apoyado por el trabajo de decenas de voluntarios, cristianos y musulmanes" "Este es el espíritu que animó a Siria antes de la guerra - termina - este es el pluralismo, esto es lo que gritamos al mundo, a los que quieren fuera de la guerra, en contra de este fundamentalismo que es una fuente de la ruina y la destrucción".
Desde el comienzo de la revuelta contra el presidente Bashar al-Assad, en 2011, más de 3,2 millones de personas han huido de Siria y otros 7,6 millones son desplazados internos. Al menos 200.000 víctimas del conflicto, muchos de ellos civiles, el 2014 ha sido el año peor. Justo en el contexto del conflicto sirio ha surgido por primera vez, en la primavera de 2013, en toda su violencia y la brutalidad del Estado islámico, que ha arrancado grandes porciones de territorio en Damasco y Bagdad. (DS)
17/12/2016 13:14