Veinte años menos de vida en los astilleros que desguazan barcos europeos en Daca
Informe de Human Rights Watch sobre las condiciones de los jóvenes empleados en el desmantelamiento de grandes embarcaciones, uno de los trabajos más peligrosos del mundo. Las empresas también contratan niños de 13 años y con sus prácticas, que eluden las normas internacionales, contaminan el mar y las playas con residuos tóxicos.
Daca (AsiaNews)- Las empresas navales europeas envían barcos para desguazar a Bangladés, aunque conocen perfectamente los riesgos que corren los trabajadores, a menudo no protegidos por la ley, y el daño que causan al medio ambiente. La organización de derechos humanos Human Rights Watch (HRW) publicó hoy un informe titulado "Trading lives for profit” donde denuncia que los armadores eluden las normas internacionales que prohíben enviar buques a astilleros que no respetan los estándares de seguridad correspondientes. En la mayoría de los casos los residuos tóxicos se vierten directamente en la playa o en lugares cercanos, y los trabajadores no reciben salarios dignos ni gozan de licencia o compensación en caso de lesiones, dice el documento, elaborado sobre la base (aunque no sólo) de decenas de entrevistas con personas que trabajan en el desmantelamiento de barcos, médicos, familiares de trabajadores y expertos en normativa sobre desguace y protección del medio ambiente.
La Organización Internacional del Trabajo (OIT) describe el desguace de barcos como uno de los trabajos más peligrosos del mundo, y las historias de los trabajadores del sector parecen confirmarlo. Mohammed Biplob, de 35 años, por ejemplo, trabajaba en Arefin Enterprise, que tiene un astillero en Chattogram. En el verano de 2021 estaba desmontando una tubería en la sala de máquinas cuando ésta explotó y la detonación lo arrojó contra una pared, quemándole la cara y rompiéndole la espalda. Para pagar el tratamiento médico, su familia vendió todas las tierras que poseía. Biplob ahora tiene un puesto de té en el mercado para obtener ingresos y mantener a su familia. Otros trabajadores dijeron que usan calcetines como guantes para evitar quemarse las manos, o se envuelven la boca con la camisa para no inhalar vapores tóxicos, o incluso cargan descalzos pesadas piezas de acero.
"Sólo gano 200 taka (1,70 euros) al día, así que no puedo comprar botas de goma que cuestan 800 taka (menos de 7 euros)", dijo Sohrab, de 27 años. “Trabajo descalzo. Es por eso que muchas veces los trabajadores resultan heridos en los incendios o se nos clavan cables o clavos en los pies. La empresa no nos proporciona ningún elemento de seguridad. Si pido equipo de protección, los dueños de la empresa me dicen: 'Si tienes algún problema, vete'".
En muchos casos no hay servicio de emergencia médica y los compañeros llevan a los heridos desde la playa hasta la carretera para que algún vehículo privado los traslade al hospital. En 2017 Rakib, de 20 años, durante un turno de noche estaba cortando una pesada pieza de hierro que cayó sobre él y le cortó la pierna izquierda, al mismo tiempo que otra barra de hierro le atravesaba el estómago. Quedó tirado en el suelo durante 45 minutos hasta que otros trabajadores pudieron rescatarlo. En mitad de la noche no había coches ni rickshaws disponibles, de manera que sus compañeros lo llevaron a hombros hasta el hospital. Como los propietarios del astillero sólo estaban dispuestos a pagar los cuidados básicos para salvarle la vida, lo dieron de alta al cabo de 17 días y se le gangrenó la pierna. Rakib afirmó que los propietarios de los astilleros se negaron a pagar ninguna compensación. "Solo tengo 20 años y mi vida quedó completamente arruinada por este accidente", dijo.
En Bangladés, la esperanza de vida de los hombres que trabajan en la industria del desguace de barcos es 20 años inferior a la media. Además, según una encuesta de 2019, el 13% de la mano de obra son niños, cifra que se eleva al 20% en el caso de los turnos de noche (que son ilegales). La mayoría de los trabajadores dijeron que comenzaron a trabajar en los astilleros de desguace a los 13 años.
Bangladés es uno de los principales destinos para el desguace de barcos. Desde 2020 cerca de 20.000 trabajadores han desmantelado más de 520 barcos, un tonelaje muy superior al de cualquier otro país. Aquí los astilleros utilizan un método llamado “varamiento”, por el cual los barcos navegan a toda máquina hacia la playa durante la marea alta para ser desmantelados directamente en la arena en lugar de hacerlo en un muelle o plataforma. De este modo los residuos se vierten directamente en tierra y en el mar; por otra parte, los materiales tóxicos, como el amianto, se manipulan sin dispositivos de protección o en algunos casos se venden en el mercado de segunda mano, con serias repercusiones en la salud de las comunidades cercanas
Las empresas navieras estarían obligadas a desmantelar los barcos con bandera europea en un astillero autorizado por la Unión Europea, pero para eludir la ley solo hace falta comprar una "bandera de conveniencia" de otro país. “El desmantelamiento de barcos en superficies barrosas que dependen de las mareas expone a los trabajadores a riesgos inaceptables con consecuencias fatales, y causa daños irreparables a los sensibles ecosistemas costeros”, afirma Ingvild Jenssen, director ejecutivo y fundador de la ONG Shipbreaking Platform, que colaboró en la redacción del informe. "El costo del reciclaje sostenible de buques debe ser asumido por el sector marítimo, no por las personas y el medio ambiente de Bangladés".
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