Vaticano: dialogar con los musulmanes, que en su mayoría no aceptan a quien mata en nombre de Dios
Ciudad del Vaticano AsiaNews)- Frente a los “riesgos del incremento del odio, de la violencia, del terrorismo y a la creciente y banal estigmatización de los musulmanes y de su religión”, “estamos llamados a reforzar la fraternidad y el diálogo interreligioso. Es cuánto afirma una declaración del Pontificio concejo para el diálogo interreligioso, difundida hoy, que publicamos integralmente:
Los acontecimientos de estos últimos tiempos hacen sí que muchos nos pregunten: “¿Hay todavía espacio para dialogar con los musulmanes?”. La respuesta es: sí, más que nunca.
Ante todo porque la gran mayoría de los musulmanes mismos no se reconoce en la barbarie en acto.
Lamentablemente hoy la palabra “religión” es a menudo asociada a la palabra “violencia”, mientras que los creyentes deben demostrar que las religiones son llamadas a ser portadoras de paz y no de violencia.
Matar invocando una religión, no es solamente ofender a Dios, sino que es también un fracaso de la humanidad. El 9 de enero de 2006, el Papa Benedicto, dirigiéndose al Cuerpo Diplomático y hablando del peligro de los enfrentamientos entre civilizaciones y en particular, del terrorismo organizado, afirmó: “Ninguna circunstancia vale para justifica r tal actividad criminal que cubre de infamia a quien la realiza y que es tanto más despreciable cuando se hace escudo de una religión, abajándose así la pura verdad de Dios a la medida de la propia ceguera y perversión moral”.
Lamentablemente en estos últimos años asistimos a una radicalización del discurso comunitario y religioso, con los consiguientes riesgos del incremento del odio, de la violencia, del terrorismo y a la creciente y banal estigmatización de los musulmanes y de su religión.
En tal contexto, estamos llamados a reforzar la fraternidad y el diálogo. Los creyentes constituyen un formidable potencial de paz, si creemos que el hombre fue creado por Dios y que la humanidad es una única familia y aún más, si creemos como nosotros cristianos que Dios es Amor. Continuar a dialogar, aunque cuando se hace experiencia de la persecución, puede volverse un signo de esperanza. No es que los creyentes quieren imponer su visión de la persona y de la historia, pero quieren proponer el respeto por las diferencias, la libertad de pensamiento y de religión, la salvaguardia de la dignidad humana y del amor a la verdad.
Debemos tener el coraje de rever la calidad de la vida en familia, las modalidades de enseñanza de la religión y de la historia, el contenido de las prédicas en nuestros lugares de culto. Sobre todo, la familia y la escuela son las llaves para que el mundo de mañana se base en el respeto recíproco y en la fraternidad.
Uniendo nuestra voz a aquella del Papa Francisco, decimos: “Por lo tanto, la violencia que busca una justificación religiosa merece la más fuerte de las condenas, porque el Omnipotente es Dios de la vida y de la paz. De todos aquellos que sostienen el adorarlo, el mundo espera que sean hombres y mujeres de paz, capaces de vivir como hermanos y hermanas, no obstante las diferencias étnicas, religiosas, culturales o ideológicas. (Ankara, 28 de noviembre 2014).
02/05/2017 13:54
23/12/2015
18/10/2017 13:47