Van: migrante afgana muere congelada al intentar cruzar la frontera
La mujer huía de los talibanes. Murió en una tormenta, pero sus dos hijos se salvaron y están al cuidado de soldados iraníes al otro lado de la frontera. Los funcionarios turcos deslindan responsabilidades. Fuentes de AsiaNews: "Muchas personas" han muerto en las últimas semanas al intentar entrar en el país. Cáritas Turquía ayuda a 30 familias de migrantes.
Estambul (AsiaNews) - Una migrante de origen afgano murió congelada mientras intentaba cruzar la frontera entre Irán y Turquía. La mujer huía de su país de origen para escapar de los talibanes que ocupan el poder de Kabul desde el pasado mes de agosto. Los dos hijos de la mujer (en la foto) fueron vistos por ciudadanos del pueblo de Özalp (en la provincia oriental de Van), que los rescataron y los confiaron a los soldados de la República Islámica al otro lado de la frontera.
La oficina del gobernador local relató el nuevo drama de la migración (y la desesperación) el primer día del nuevo año: la joven madre "fue sorprendida por una tormenta de nieve" y murió congelada. Sus niños "siguieron su camino" hasta llegar al pueblo. La nota habla de un "triste incidente" que "no ocurrió dentro de nuestras fronteras [turcas]", sino "en el pueblo [iraní] de Belesur", en un intento de deslindar responsabilidades y evitar la implicación de las autoridades de Ankara.
Sin embargo, tras el anonimato, una fuente institucional contactada por AsiaNews, subraya que "muchas personas" - no dispone de una cifra precisa - han muerto en las últimas semanas, tratando de cruzar las montañas a lo largo de la frontera con la República Islámica para entrar en el país. Recientemente se informó de tiroteos y ataques selectivos del ejército turco contra los migrantes que intentan desesperadamente cruzar el territorio para llegar a las costas de Europa y comenzar una nueva vida, lejos de los talibanes. Este éxodo ha desencadenado una nueva espiral de odio e intolerancia en la población turca, golpeada por la crisis económica y ya probada en los últimos años por la entrada de millones de sirios e iraquíes que huían de la guerra y la violencia yihadista.
En su informe de 2021 sobre migrantes y refugiados, las Naciones Unidas explican que, incluso antes de la toma del poder por parte de los “estudiantes del Corán”, la situación ya era crítica. Una cuarta parte de la población ya había abandonado sus hogares, lo que elevaba el número de desplazados internos a 3,5 millones. En noviembre, António Vitorino, director general de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), dio la voz de alarma cuando dijo que el país estaba al borde del colapso. Esta emergencia fue confirmada por Cáritas Turquía, en diálogo con AsiaNews: "Sólo en diciembre, 14 familias de viudas y niños procedentes de Irán acudieron a nosotros". La organización benéfica cristiana ha alquilado "casas para ellos" y ahora intenta "organizar un comedor para 30 familias, para un total de 120 personas". Con dos euros al día, continúa Cáritas Turquía, "podemos garantizar dos comidas calientes a la gente", por lo que es más importante que nunca "apoyar nuestra obra como sea".
Mientras tanto, por temor a un flujo incontrolado de migrantes, Turquía refuerza sus defensas, especialmente a lo largo de la frontera con Irán, considerada el principal centro de tráfico de migrantes. Según las estadísticas de Ankara, hay al menos 182.000 inmigrantes afganos registrados en Turquía, a los que se suman 120.000 que no están incluidos en los registros oficiales y viven en condiciones semi clandestinas. El presidente Recep Tayyip Erdogan intervino en la cuestión, subrayando que el país no tiene intención de convertirse en un "centro de almacenamiento" de migrantes que se dirigen a Europa.
En 2021, las fuerzas de seguridad de la provincia oriental de Van, en la frontera con Irán, bloquearon la entrada de más de 120.000 migrantes que huían de la guerra y la persecución. En tanto, continúa la construcción del muro. Hasta ahora se han completado 40 de los 64 kilómetros previstos, a lo largo de los cuales se levantarán 103 torres, 45 de ellas de comunicación y otras 58 de vigilancia. Las patrullas también detuvieron a 15.000 personas (sin especificar su identidad o condición) y a 1.904 presuntos traficantes de personas. Se incautaron 880 vehículos y cinco embarcaciones.
