Una vida en la misión "para hacer entrar a Nepal en el Reino de Cristo"
Katmandú (AsiaNews) - Hacer entrar Nepal en el Reino de Cristo. Es el sueño del padre jesuita William Robins (ver foto), quien lleva 36 años viviendo y trabajando en la educación en el país oriental. Nacido en una familia católica de Canadá, el p. Robins estudió en su ciudad natal y luego en los Estados Unidos: impresionados por la alegría y por el testimonio de los miembros de la sociedad de Jesús, decidió unirse a ellos. Y ahora dice: "primero y ante todo somos sacerdotes en países no cristianos debemos ser testigos de esa alegría de manera ejemplar".
El p. Robins llego a Asia meridional en 1971. Tras unos años de servicio en Bután, ingresó en 1977 a la comunidad jesuita nepalí. Hablando con AsiaNews dice: "Los jesuitas son pocos en número, pero hacen mucho por este país. Para aumentar este número necesitamos debemos dar ejemplo: cuando un joven católico nos ve vivir en una laboriosa, alegre y disfrutada vida al servicio de Dios, se siente atraído por nosotros. Un modelo de vida es la clave". Gracias a este ejemplo, 10 jóvenes nepalesas hoy están experimentando una experiencia profesional en la compañía.
Superior de la comunidad en 1991 y profesor en el instituto san Xavier, los sueños de sacerdote para hacer entrar a Nepal en el Reino de Cristo: "muchos nepalíes practican hoy la cultura del afno-manche [literalmente ' lo más cercano y el más importante¨ ndt]. Es una cultura que discrimina a los más desfavorecidos y aquellos que viven en necesidad, porque eso sólo da más las oportunidades al ´vecino´ lo que debería ser paar todos. En la tierra somos 7 billones, pero todos debemos ser afno-manche, ya que todos somos iguales ante Dios".
"Cuando todos los habitantes de una nación son iguales ante la ley-subraya-disfrutan de igual consideración por parte de los partidos políticos y los mecanismos del Estado y sus derechos económicos, entonces te acercas al Reino de Cristo. Cuando hay libertad para todas las religiones, derechos democráticos, derechos humanos, oportunidad y esperanza que sean accesible a todos, entonces las personas viven más felices".
Sobre los derechos y libertades, el sacerdote recuerda su experiencia durante el régimen encabezado por la monarquía hindú, sustituida en 2007 por un gobierno maoísta: "Éramos libres de practicar nuestra fe pero no había ninguna libertad para aquellos que se querían convertir. Las reglas son las mismas hoy también, aunque el gobierno es secular: seis amigos protestantes fueron condenados a 6 años de cárcel por cargos de forzada conversión. De hecho no ha habido ningún cambio fundamental: el laicismo es mencionado en la Constitución provisional, pero aún no se ha institucionalizado".
Con respecto a la situación actual en el país desde el punto de vista de la seguridad, el p. Robins agrega: "no vivimos bajo una amenaza constante, pero debemos ser muy cuidadosos porque ya hemos sido atacados por algunos exponentes del fundamentalismo hindú. Recuerden la bomba en la Catedral de Asunción en el año 2009 y el asesinato del p. John Prakash en 2008. El pueblo nepalés es gente generosa y muy buena, pero debemos ser cuidadosos, aquí como en otras partes, los pocos fundamentalistas todavía existen".
En Nepal, subraya: "la población no entiende el valor de la laicidad. Este concepto crea la libertad religiosa y la igualdad para todos: todavía más importante en sociedades como Nepal, donde prevalecen la discriminación y la superstición. Todos estaríamos contentos de ver un Estado verdaderamente laico, salvo un puñado de hindúes que tienen miedo de perder sus privilegios económicos y su poder político".
En este sentido, adquiere "enorme" importancia un diálogo interreligioso: "hemos hecho mucho, pero necesitamos hacer más. Los líderes de diversas religiones deben sentarse juntos, rezar y predicar el amor y el respeto mutuo para mejorar la solidaridad interreligiosa. Estamos hablando del mensaje de Dios a todos. Y esto también es válido en el diálogo entre cristianos de diferentes denominaciones, que se está convirtiendo en una necesidad cada vez más urgente en el país".
Desde una perspectiva Católica, el p. Robins está convencido de que "las cosas mejorarán con certeza. Crecerá el número de seguidores, porque servimos a Dios con sinceridad. Nunca serán conversiones fáciles pero espero que la gente venga a nosotros, atraídos también por nuestro servicio. En ese momento los jesuitas en el país son alrededor de 60, dedicadas a educación, salud y rehabilitación. Queremos continuar sirviendo a la gente a mejorar su calidad de vida, especialmente a los más necesitados. Estamos a la vanguardia proclamando el Evangelio, y estamos orgullosos".
Desde un punto de vista político, por el contrario, los católicos están en una encrucijada: "muchos católicos dicen que la política es 'sucia', sin ética. Quizás por esta razón, no piensan en una carrera en la vida pública. Así que no hay un partido católico o líderes políticos católicos y encontrar un representante que representa nuestros valores no es fácil. Les invito a votar por aquellos que acrediten la voluntad de servir bien al país".
17/12/2016 13:14