Una entrevista con Assad: Sí al diálogo inter-sirio, contra el terrorismo y la interferencia extranjera

El presidente sirio establece una distinción entre la oposición presente en el país. No todos son colaboracionistas y es posible una distinción con los que "no están al servicio de agendas extranjeras". Ataca a Arabia Saudita y Qatar responsables de la superioridad de Israel en la región. Lucha contra la corrupción y el compromiso de mejorar las condiciones de vida de los ciudadanos. Pausa en los combates en Alepo.

Damasco (AsiaNews) - El ejército sirio ha suspendido en este momento los combates en el sector oriental de Alepo, después de los progresos realizados en los últimos días en el plano militar y que permitió arrebatar a los rebeldes (y yihadistas) el control de la ciudad vieja. La pausa en la ofensiva, que fue anunciado por el Ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Sergei Lavrov, tiene la intención de favorecer la evacuación de decenas de miles de civiles atrapados en las zonas de batalla.

En las últimas semanas, las tropas gubernamentales han recuperado el 75% de los territorios al este de Alepo, cuatro años en manos de opositores al presidente sirio, Bashar al Assad. Fuentes locales han informado de un aflojamiento en los enfrentamientos, aunque persisten en algunas áreas los brotes de violencia. Justamente para discutir la situación en la segunda ciudad más importante del país, y que con el tiempo se convirtió en el epicentro del conflicto sirio, mañana se reunirán en Ginebra los expertos militares de Rusia (un aliado de Damasco) y los Estados Unidos. Mientras tanto, se ha vuelto a hablar con el presidente Assad, que se abre a la oposición "no colaboracionista" y tiende la mano a aquellos que, si bien lo critican a él, no están "al servicio de agendas extranjeras". Aquí una profundización de cuanto dijo:

El diario pro-gubernamental al Watan (Patria) publicó ayer en su portada una entrevista exclusiva con el presidente sirio, Bashar al-Assad, en el que hace una clara diferencia entre las diversas facciones de la oposición en el país. "No son todos colaboracionistas", dijo el jefe de Estado, y agregó que "no es en absoluto contrario al establecimiento de un diálogo inter-sirio, a condición de que sea hecho por y con los sirios que no están al servicio de agendas extranjeras y no apoyan el terrorismo".

Añadió, además, que esta mesa redonda puede tener lugar "en Damasco o en cualquier otro lugar del mundo, teniendo en cuenta que nadie es inmune o está por encima de la ley". Una referencia clara, esto último, a los oponentes en Turquía, Qatar o Arabia Saudita en los cuales se apoyan e igualmente contra el poder judicial sirio que ha abierto expedientes de investigación. Entre los presuntos delitos: crímenes contra la humanidad, el terrorismo y el tráfico ilícito de armas, drogas, hallazgos arqueológicos y el petróleo.

Sin rodeos, el presidente sirio denuncia tanto a Arabia Saudita como a Qatar, que "han tomado posiciones anti-árabes y que estaban entre las principales causas de la supervivencia de Israel y su superioridad regional". Assad también reveló por primera vez la historia de una mediación de Rusia que tuvo lugar un año y medio atrás, para acercar a Siria a Arabia Saudita.

Una operación que ha fallado debido a que Riad "sólo quería una cosa: que Siria se uniera al lado opuesto a Irán. Y nosotros - añadió el presidente - no vemos por qué deberíamos meternos contra Irán para apaciguar a Arabia Saudí o para complacer a sus mentes atrasadas".

En la mejora de las relaciones con Egipto, Assad dijo que los lazos habían tocado un mínimo histórico "durante los gobiernos de los Ikhwanji [los Hermanos Musulmanes, ndr] dirigidos por Morsi. Sin embargo - explicó – las relaciones nunca alcanzaron el nivel de la ruptura definitiva, y desde luego no por la voluntad de los Ikhwanji, sino por la mediación y el aparato militar egipcio".

Hablando sobre los combates en Alepo, el presidente sirio dijo: "Tenemos que ser honestos, la victoria en Alepo no significa el fin de la guerra en Siria, pero sin embargo es un paso importante hacia el final. Una guerra que no terminará hasta que no hayamos erradicado totalmente el terrorismo. Y erradicaremos a todos".

"No hay más remedio que el diálogo", dijo Assad, elogiando los esfuerzos realizados hasta el momento y que han salvado muchas vidas. "Y en cualquier acuerdo hasta ahora alcanzado - continuó - nuestro primer interés fue siempre de sacar a los rehenes en poder de diversos grupos armados".

Sobre el milagro económico de Siria, en el que el sistema nacional se mantiene sólido a pesar de la guerra que ha durado más de cinco años, el presidente sirio lo atribuye a la "base sobre la cual se ha establecido la economía de Siria durante décadas, junto con la voluntad de hierro de vida de los sirios... así como la ayuda externa de países amigos como Irán y Rusia".

Ya hablando de la próxima fase de la reconstrucción del país, ahora casi totalmente destruido, el presidente Assad subrayó en que "las naciones amigas serán los primeros en usufructuar los contratos de reconstrucción y serán los países acreedores". Luego agregó que no cree que "el pueblo sirio permitirán que las empresas pertenecientes a países enemigos puedan obtener algún beneficio o provecho de la guerra que causaron". Sin embargo, al tiempo advirtió que "muchos países que ahora son enemigos tratarán de crear empresas conjuntas con empresas de naciones aliadas de nosotros, con el fin de utilizarlos como una vitrina"

Por último, Assad dirigió palabras duras contra la corrupción y para todos los que se han beneficiado del compromiso del Estado en otros frentes: "No escaparan de la ley", concluyó el presidente, que sin embargo, ha recordado que ahora "las prioridades del Estado son aquellas de combatir el terrorismo y garantizar unas normas mínimas de vida digna para los ciudadanos". (PB)