Un nuevo eje entre Moscú y Pionyang sobre los minerales
La cooperación económica centra las conversaciones de la delegación gubernamental rusa en Corea del Norte. Piongyang también busca el aluminio ruso para su programa de misiles, poniendo sobre la mesa el potencial de sus yacimientos minerales.
Seúl (AsiaNews). Mayor cooperación en comercio, economía, ciencia y tecnología. Estos son los campos en los que Corea del Norte y Rusia esperan construir unas relaciones bilaterales más sólidas, según se desprende de la última reunión en la que ambos países volvieron a desempeñar un papel protagonista.
El miércoles 15 de noviembre, según informa KCNA, tuvo lugar en Piongyang la 10ª reunión del comité intergubernamental entre Rusia y Corea del Norte, en la que estuvieron presentes, entre otros, Yun Jong Ho, ministro norcoreano de Relaciones Económicas Exteriores, y una delegación gubernamental rusa encabezada por Alexandr Kozlov, ministro de Recursos Naturales y Ecología, así como miembros de la embajada rusa. Entre los temas tratados, se dedicó un amplio espacio a las dificultades prácticas y logísticas para el crecimiento de la cooperación en las áreas de interés.
La reunión tiene lugar no sólo unos meses después de la histórica cumbre de septiembre, que tuvo a Kim Jong-Un como invitado en Rusia, sino unos días después de lo que parece ser un nuevo éxito de la industria norcoreana de misiles. De hecho, Corea del Norte habría desarrollado un nuevo tipo de motores de combustible sólido de alto empuje para misiles balísticos de alcance intermedio, lo que, según los analistas militares, los haría no sólo más fáciles y seguros de utilizar al requerir menos apoyo logístico, sino también más difíciles de detectar y más duraderos que los motores de combustible líquido.
El programa de misiles norcoreano está condenado por la comunidad internacional y es objeto de fuertes sanciones por parte de Naciones Unidas. Sin embargo, el aspecto militar podría desempeñar un papel cada vez más importante en las relaciones entre Corea del Norte y Rusia, que ya ha sido acusada de recibir material militar de Piongyang. Tanto Corea del Norte como Rusia han negado las acusaciones, pero un informe publicado el 16 de octubre por el Royal United Services Institute de Londres, según el cual Corea del Norte está utilizando barcos y trenes para enviar secretamente armas a Rusia, que probablemente se utilizarán después en la guerra para invadir Ucrania, podría añadir más pruebas a las acusaciones ya formuladas por Estados Unidos.
A cambio de esas armas, una hipótesis es que Corea del Norte podría aspirar a obtener más apoyo para su programa de misiles, y el tipo de apoyo -viendo a los protagonistas de la reunión- podría referirse a los recursos naturales. Los propulsores sólidos consisten en una mezcla de combustible y oxidante y requieren el uso de polvos metálicos. Uno de los combustibles más utilizados es el aluminio, debido a su alta densidad energética específica y menor posibilidad de ignición accidental.
El aluminio se obtiene del proceso de refinado de la bauxita, de la que Rusia es actualmente el octavo exportador mundial. No sólo eso, Moscú también podría mirar con interés los yacimientos minerales de Corea del Norte, que albergarían más de 200 variedades distintas de minerales, como oro, cobre, magnetita, grafito, plomo y wolframio, útiles en la industria armamentística para la fabricación de proyectiles y material de protección por su gran resistencia física y a las altas temperaturas. Los yacimientos podrían valer billones de dólares estadounidenses.
La mayoría de los bienes definidos como de doble uso, es decir, que podrían tener usos tanto civiles como militares, están sancionados por las Naciones Unidas, y cualquier cooperación que los implicara constituiría una grave violación del derecho internacional.