Un accidente vial vuelve a encender el enfrentamiento entre budistas y musulmanes en Sri Lanka
Al menos 66 casas, 26 negocios, dos mezquitas y 16 vehículos quedaron dañados o quemados. La policía arresta a 24 personas por incitación a la violencia étnica. Los desórdenes ocurren en simultáneo con la revisión de la ONU sobre los derechos humanos. “Las minorías aún siguen en peligro”.
Colombo (AsiaNews/Agencias)-Un accidente vial sucedido en Gintota, en el distrito de Galle, en la costa suroccidental de Sri Lanka, hizo renacer el enfrentamiento étnico entre budistas y musulmanes. El 17 de noviembre pasado, una mujer y su hijo, ambos de religión islámica, fueron embestidos por una motociclista budista. De aquí surgió la chispa que dio inicio a la llama-jamás superada- de la intolerancia de la confrontación de los musulmanes.
Peleas y desórdenes se difundieron por ambas partes y llevaron al daño y al incendio de diversas propiedades, en su mayoría de los miembros de la comunidad islámica. Las últimas estimaciones hablan de 66 casas, 26 negocios, dos mezquitas y 16 vehículos “de los cuales 4 son motocicletas", que quedaron arruinados o fueron incendiados. En los enfrentamientos no se registraron víctimas, pero al menos 5 personas tuvieron que ser hospitalizadas.
Ayer, el Premier Ranil Wickremesinghe, fue al lugar de los hechos y ordenó que se hiciera una investigación oficial por parte del inspector de la policía, al cual pidió que se encuentre a los responsables. SP Ruwan Gunasekara, vocero de la policía, denunció “el intento de ciertos grupos extremistas, que tratan de aumentar el conflicto étnico con cuestiones de poca importancias”.
Mientras tanto las autoridades habían impuesto el toque de queda desde las 4 de la tarde hasta las 9 de la mañana en las localidades de Gintota, Kurunduwatte, Maha-Hapugala, Welipitimodara, Ukwatte y Piyaddigama. Las investigaciones han llevado al arresto de 24 personas, sospechada de fomentar la violencia.
Algunos analistas temen que los desórdenes puedan llevar a un nuevo conflicto entre ambos grupos religiosos. En junio de 2014, los radicales budistas del Bodu Bala Sala (BBS) han agredido, saqueado y arrasado Dharga Nagar, Beruwela e Aluthgama, 3 ciudades cuya población es mayoritariamente islámica. Unas 10 mil personas fueron obligadas a escapar de sus casas, de las cuales 8 mil son musulmanes y 2 mil singaleses.Los musulmanes fueron quienes pagaron el precio más alto: el saldo final fue de 4 muertos, 80 heridos, 90 casas destruidas, negocios, propiedades y mezquitas dañadas por millones de rupias esrilanquesas.
Sri Lanka es un país de mayoría budista (70% del total de la población de 21 millones de habitantes). Los musulmanes representan el 10% de los ciudadanos y son el segundo grupo étnico después de los tamil. En un editorial aparecido hoy en el Ceylon Today se lee: “Es escalofriante que un incidente tan pequeño, que ni siquiera ha sido fatal, haya llevado al enfrentamiento sectario. El incidente demuestra cuán preparados están los elementos ultranacionalistas cuando se trata de agrandar el más pequeño problema para “poner la mano en el nido de los escorpiones”
Otros expertos evidencian que en la isla la violencia étnica aún no ha finalizado, después de 30 años de conflictos civiles y tras haber acogido, hace tan sólo días, las recomendaciones de la ONU sobre los derechos humanos. “Estos ataques contra los musulmanes -comenta una fuente local- en el momento de la revisión periódica de la Unhcr, hace entender a la comunidad internacional que las minorías aún corren peligro en la isla”
17/12/2016 13:14
09/03/2018 13:16