Un Líbano plural y unido, contra el terrorismo y el extremismo. La cuestión irresuelta de los refugiados sirios
El presidente de la República, Michel Aoun, y el patriarca maronita Beshara Raï participaron en la conferencia regional de Caritas. En su discurso, el cardenal se refirió al intento de llevar adelante una purga étnica y religiosa, actualmente en curso. Para el jefe de Estado, es prioritario hacer frente a las derivas que promueven la intolerancia y los conflictos.
Beirut (AsiaNews) - “Estamos tratando de perfilar un nuevo Machrek [conjunto de naciones árabes en el este de El Cairo y norte de la Península árabe], alejado de su identidad federativa y de la diversidad religiosa”. El jede de Estado Michel Aoun aprovechó la ocasión de la “Conferencia de la sede regional de Caritas en Oriente Medio y el Norte de África”, que se está desarrollando en el Líbano, para afrontar el problema de los refugiados sirios en el ámbito geopolítico.
En este sentido, imitado por el patriarca de la Iglesia maronita, el Card. Beshara Raï, el presidente declaró que el Líbano y todo el Machrek llevan adelante una misma lucha a favor del pluralismo y en contra de la formación de Estados segregados y racistas. El purpurado afirmó que es necesario combatir todo aquello que impulse una redistribución demográfica de la población de la región con miras a una purga religiosa y étnica, que “transforma nuestras sociedades levantinas en sociedades racistas, unilaterales, divergentes y conflictivas”.
Aoun advirtió a los presentes, en particular, sobre el peligro de un “contagio intelectual, que se propaga y se transmite rápidamente, sobre todo a través de las redes sociales”, y que ha preparado el terreno a la intolerancia, al extremismo y al terrorismo. Por su parte, en el marco de un discurso centrado sobre el “bien común de las sociedades pluralistas”, el responsable de la Iglesia maronita, volviendo sobre la cuestión de las migraciones forzadas de pueblos en las últimas décadas, insistió una vez más sobre el retorno de los sirios desplazados por la guerra. Esto debe suceder independientemente y más allá de la solución política del conflicto militar que devasta el país desde marzo de 2011.
A continuación, queremos hacerles llegar algunos de los extractos más significativos del discurso pronunciado por el jefe de Estado del Líbano -que habló en francés, para favorecer una mejor comprensión de los huéspedes extranjeros presentes en la conferencia: entre ellos, estaban el CarD. Luis Antonio Tagle, arzobispo de Manila (Filipinas) y presidente de Caritas Internationalis, y el Card. Peter Turkson, presidente del Consejo Pontificio de Justicia y Paz.
“El artífice del Pacto Nacional, Michel Chiha, dijo: ‘Quien busque controlar una comunidad confesional en el Líbano, trata de destruir al Líbano en su conjunto’. Forzosamente hemos de constatar que esto vale igualmente para el Levante –el Mashrek. Nuestro Mashrek es una mezcla de culturas, un cruce de civilizaciones, una cuna de religiones monoteístas. Se trata de un modelo único en su tipo, dotado de una riqueza espiritual, cultural y de conocimientos; cualquier ataque a uno de estos elementos que la componen no es otra cosa que un atentado a este modelo en su unicidad”.
“Todos los acontecimientos de los últimos años, de esto no cabe duda, están orientados a transformar nuestras sociedades levantinas en sociedades racistas, unilaterales, divergentes y conflictivas. En efecto, la hemorragia humana, la migración forzada, sin contar los incansables intentos en pos de lograr un cambio demográfico; las distintas olas de desplazados que se han sucedido en los últimos decenios; la división de Palestina y el desplazamiento de su población, sumada a la presión ejercida sobre la parte de su pueblo que ha permanecido en el lugar, negando a los palestinos el derecho al retorno, y su destinación a las naciones de la diáspora; todos estos acontecimientos trazan los contornos de un nuevo Levante [Mediterráneo] (Machrek), que ha quedado alejado de su identidad federativa y de su diversidad religiosa, comunitaria y cultural”.
Amenazas de terrorismo y extremismo
“Nuestra tarea es rechazar y resistir a estas tentativas con determinación y perseverancia; la tierra del Levante (Machrek) no debe ser vaciada de sus habitantes; la cuna de Cristo, el camino del Gólgota y el Santo Sepulcro no pueden existir sin cristianos, lo mismo ocurre con Jerusalén y con la mezquita de al-Aqsa, [que no pueden existir] sin musulmanes, tal como el agua no puede seguir corriendo si su fuente se seca”.
Las mayores amenazas que hoy pesan en nuestro mundo y en nuestra región son, en particular, el extremismo y el terrorismo, que se alimentan entre sí. El peligro está en el hecho de que se trata de un contagio intelectual que se propaga y transmite rápidamente, sobre todo a través de las redes sociales. Este sienta sus bases en la ignorancia, en la pobreza y en la marginación, para sembrar ideas y creencias destructivas y para crear un ambiente favorable al extremismo”.
Además, el jefe de Estado recordó su propuesta ante las Naciones Unidas de hacer del Líbano un centro permanente para el diálogo entre las distintas civilizaciones, culturas y razas, que se realizaría a través de la creación de una “Academia del encuentro y del diálogo entre los hombres”. Una entidad cuyo objetivo es difundir una cultura del encuentro, siendo fieles a “la esencia del Líbano” que, tal como lo definió el Papa Juan Pablo II, “más que una nación, es un mensaje”.
“El jefe de Estado no dejó de recordar la importancia de Caritas-Líbano, un instrumento de la pastoral social de la Iglesia que “en su acción inter-confesional, inter-étnica e inter-estatal” logra brindar “ayuda y servicio en caso de necesidad”. Una acción que se desarrolla “prescindiendo de la religión, de la identidad y de la pertenencia étnica”.
28/08/2020 09:47