UE: refugiados afganos fuera de Europa. Sacerdote: un contrasentido

Junto a Pakistán e Irán, la UE está discutiendo un plan para repatriar a unos tres millones de afganos hacia un país que de hecho está aún en guerra.

Bruselas (AsiaNews)- Centenares de miles de refugiados afganos en Europa, Pakistán e Irán serán obligados a volver a su país que a todos los efectos aún sigue en guerra. El gobierno de Kabul no tiene recursos para ayudar a estos refugiados. Además las autoridades afganas están aún combatiendo contra los talibanes para defender las ciudades y financiar al ejército. Personalidades ligadas a Afganistán dijeron a AsiaNews que el resultado de la decisión será una nueva gran crisis humanitaria para una población ya martirizada por la guerra. También Pakistán e Irán han decidido repatriar a los refugiados afganos. El primero prevé enviar a su propio país a unos dos millones y seiscientas mil personas; el segundo tiene en su territorio un millón de refugiados afganos que quiere expulsar.

La decisión de la Unión europea se basa sobre el hecho que el país no puede ser considerado como un país en guerra. Según la UE, a diferencia de Siria, Afganistán es un país seguro y pronto para recibir a sus propios ciudadanos. En la Conferencia de Bruselas del 5 de octubre 70 donadores internacionales, incluida la UE, han previsto 15,2 millardos de dólares para dar al gobierno afgano para un plan de desarrollo hasta el año 2020. Otros 5 millardos serán dados en modo separado para financiar al ejército. En cambio el país deberá recibir más de doscientos mil refugiados llegados a Europa sólo en 2015.

Tal toma de posición preocupa a expertos y exponentes de la sociedad civil. Según Jamil Danish, periodista y refugiado afgano en el Reino Unido, “esta decisión será causa de una gran crisis humanitaria”. “Si yo volviese a Afganistán, arriesgaría ser asesinado por los milicianos que me obligarían a volver atrás”. “El sistema de asilo europeo de hecho deberá infringir sus mismas reglas para reenviar a las personas hacia una zona de guerra. Esto representa un mal ejemplo para otros países- no de última Pakistán. Además influenciará en modo negativo también a otros refugiados regulares, en Europa desde hace tiempo, como yo. Respecto a Pakistán, miles de afganos son de segunda o tercera generación. Nacieron y crecieron allí. Fueron a la escuela y han iniciado actividades de todo tipo. Pero Afganistán es un país extranjero”.

Una voz importante es la del p. Giovanni Moretti, sacerdote barnabita y por muchos años único exponente de la Iglesia católica en Afganistán. Él afirma que el país tiene aún problemas que hacen difícil la acogida de los refugiados. “Cada año unos cien mil afganos mueren antes de cumplir los 5 años y el 41% está malnutrido; redobló el número de niños soldados respecto al 2014; la tasa media de alfabetización es del 38% y sólo el 21% de las niñas completa la escuela primaria. Se debe recordar que los talibanes habrían conquistado la ciudad de Konduz hace pocos días. Es evidente que la condición de Afganistán no es la de un país en paz”. Sobre la UE agrega: “Si bien la situación no sea comparable a la siria, si los afganos escapan de Afganistán, quiere decir que los combates continúan. La toma de posición de la UE de ayudar al gobierno y repatriar a los afganos es un contrasentido. En concertó, estos fondos que la UE dará al gobierno para algo, ¿serán correctamente empleados? La misma pregunta que nos poníamos cuando del 2002 al 2005 llegaba fondos internacionales en forma desmedida”.