Turquía: frente al abandono escolar alimentado por la crisis, el gobierno recorta los fondos de Educación
Casi 1,2 millones de niños de entre 5 y 17 años no estuvieron matriculados en ninguna escuela durante el ciclo lectivo 2021-2022. Si se añaden los que asisten a centros de formación profesional, la cifra se eleva a 4 millones de estudiantes excluidos del sistema de educación formal. Ankara recorta el presupuesto escolar del 10,7% al 9,7%. Pesa el costo de los libros y el comedor.
Estambul (AsiaNews) - Con la crisis económica y el consiguiente aumento de la pobreza en Turquía, cada vez más familias se ven forzadas a retirar a sus hijos de la escuela. En el último ciclo, el país alcanzó una tasa de abandono escolar "sin precedentes". Según activistas y expertos, se trata de una "plaga social" agravada por la pandemia de Covid-19 y las dificultades de la enseñanza a distancia, que amenaza con privar a cientos de miles de niños y jóvenes de su futuro y del derecho a estudiar. Para muchos de ellos, la perspectiva es el trabajo infantil, a menudo en condiciones de grave explotación.
Omer Yilmaz, presidente de la Asociación de Padres de Alumnos, describe la realidad actual como "el abandono escolar más masivo" de la historia moderna de Turquía. Las estadísticas dicen que "alrededor de 1,2 millones de niños de entre 5 y 17 años no estaban matriculados en ninguna escuela en el periodo 2021-2022". Si a éstos, prosigue, añadimos los que asisten a institutos de inserción laboral, escuelas de formación profesional o colegios abiertos cuatro días a la semana, "hay al menos cuatro millones de alumnos excluidos del sistema educativo formal". Una parte de ellos "trabaja por una mísera remuneración o está buscando empleo".
Debido al aumento de los precios -impulsado por la inflación anual, que alcanzó su mayor nivel en 24 años con una cifra del 85,5% en octubre- en el último bienio, al menos uno de cada dos alumnos turcos está mal alimentado. Los ingresos de la mayoría de las familias, continúa Yilmaz, se limitan al salario mínimo de 5.500 liras turcas (unos 300 euros). "Un almuerzo cuesta al menos 35 liras (unos dos euros) al día. Para dos niños, el coste mensual de una comida al día en la escuela equivale a un tercio del salario mínimo”, agrega.
Mientras el costo de la educación se dispara al ritmo del aumento del costo de vida, el Gobierno aplica nuevos recortes al presupuesto del Ministerio de Educación, cuya cuota baja al 9,74% para 2023 frente al 10,79% del año anterior. "Sin embargo, con los millones de estudiantes que abandonan el sistema educativo formal", continúa, "la cuota se debería haber incrementado cuando menos un 30%. "Sólo en los últimos meses", concluye, "el número de estudiantes que entran en las escuelas de formación profesional ha aumentado hasta un millón, frente a los 160.000 del pasado reciente. En la mayoría de los casos, se trata de una decisión que apunta a evitar la perspectiva del desempleo”.
Un aumento en el presupuesto de Educación ayudaría a reducir los gastos del sector, como atestigua la historia de una familia de Adana, en el sur de Turquía, relatada por al-Monitor. La familia tiene tres hijos. El mayor es Baran, de 16 años, y todos los días -los siete días de la semana- sale del suburbio pobre donde vive y va a trabajar a la parte rica de la ciudad. Tuvo que abandonar la escuela secundaria para ayudar a su familia, y así poder alimentar a sus dos hermanos menores y permitirles estudiar. "Mi asignatura favorita era Matemáticas", dice. "Pero tengo que trabajar para vivir". "Sólo el costo de los libros para los tres", añade su padre, Mehmet, "fue de 1.500 liras (unos 80 euros). Con un salario diario que ronda los 15 euros, "hasta los alimentos básicos suelen ser inasequibles". Y a medida que pasa el tiempo, es cada vez más incierta la posibilidad de mantener la escolaridad de los dos niños más pequeños.
La oposición presentó una primera propuesta sencilla para reducir los costos de la educación para las familias más pobres. Hacer Foggo, la fundadora de Deep Poverty Network (una ONG que colabora con el Partido Popular Republicano, CHP), pide al gobierno que garantice la gratuidad de las comidas en el comedor, porque "los niños que no pueden traer comida de casa quedan traumatizados". Según los datos de Unicef, los programas de comedores para niños pobres extienden el período de escolarización por dos años y medio o más. Además, las tasas de inscripción y asistencia crecen un 9% y un 8%, respectivamente.