Turquía al balotaje: Erdogan resiste incluso en la metrópoli. El voto (faltante) de víctimas del terremoto

Erdogan y Kilicdaroglu competirán en la segunda vuelta, prevista para el 28 de mayo. En las elecciones parlamentarias, la coalición gubernamental se mantiene y, aunque pierde apoyo, sigue siendo mayoritaria. Egoísmo y clientelismo en un panorama fluido y confuso detrás del dominio del presidente. La sombra del voto negado a un millón de electores en las zonas afectadas por el terremoto.

Estambul (AsiaNews) - La falta de voto de los desplazados víctimas del devastador terremoto del 6 de febrero se cierne sobre el resultado de las elecciones presidenciales y parlamentarias en Turquía, que se celebraron ayer en medio de una profunda incertidumbre. Fuentes diplomáticas de AsiaNews transmitieron datos no confirmados según los cuales "cientos de miles de personas, según algunos rumores hasta un millón, no pudieron participar y expresar su preferencia". Una porción nada marginal del electorado que, en los últimos meses, no ha ocultado el descontento y la insatisfacción -si no la ira- hacia el Gobierno y los dirigentes por su gestión de la emergencia del terremoto. "Se ha hablado de la imposibilidad de garantizar la seguridad", continúa la fuente, "pero el hecho es que tanto los evacuados que abandonaron sus casas como los que se quedaron en condiciones muy precarias [véase Antioquía, epicentro de la devastación] no pudieron votar".

La primera vuelta confirmó - a la espera de los datos oficiales - un panorama de profunda incertidumbre, con el desafío aplazado al balotaje previsto para el 28 de mayo. En ligera ventaja se encuentra el líder saliente, Recep Tayyip Erdogan, que cuenta con la segunda vuelta para confirmar sus 20 años de poder y revertir los pronósticos del último periodo. El aspirante Kemal Kilicdaroglu, que no libró al Gobierno de acusaciones de fraude, está dispuesto a dar la batalla y convencido de poder poner fin al dominio del sultán. Lo que es seguro es la elevada cifra de participación, que debería confirmarse también dentro de quince días, cuando se decida el futuro del país: están en juego equilibrios y alianzas en la región y más allá, bajo la mirada interesada de la Unión Europea, la OTAN, Rusia, Estados Unidos, Siria e Irán, por nombrar sólo algunos.

En cuanto al resultado, nuestra fuente quiere esperar "al resultado final porque no se excluyen las sorpresas de última hora". Sin embargo, el hecho es que Erdogan "aguantó", ya que según algunas previsiones "debería haber bajado muy por debajo del 50%". La situación es "fluida y confusa" y donde se celebró la votación las operaciones fueron "bastante justas", con una "participación superior al 90%". Se preveía una segunda vuelta", continuó, "pero no a esta escala, especialmente en las últimas semanas, en las que la oposición estaba muy avanzada. Pero Erdogan resistió en las grandes metrópolis como Estambul y Ankara, donde el margen para la oposición fue menor de lo esperado". Sobre el resultado, concluyó la fuente, "hay múltiples lecturas, partiendo de un individualismo que caracteriza las opciones de un electorado que mira al presente, al beneficio personal y está vinculado en algunas partes a Erdogan por una relación de clientelismo. Un ejemplo que yo mismo puedo atestiguar es el de un refugiado kurdo sirio, de Afrin, que se convirtió al cristianismo después de haber profesado el islam, que espera la victoria del presidente porque le aterroriza una oposición que pueda reforzar las políticas de repatriación. Hay muchos elementos en juego en una realidad donde domina el egoísmo”.

Mientras tanto, con el 99,37% de las urnas escrutadas, el presidente del Consejo Electoral, Ahmet Yener, otorgó a Erdogan el 49,4% de los votos, por debajo de los primeros resultados que le asignaban el 56%. El candidato de la "Mesa de los Seis", Kilicdaroglu, obtuvo el 44,96%, seguido de Sinan Ogan, el 5,2%, y Muharrem Ince, el 0,44%. Un resultado que arrastró a la bolsa de Estambul, que abrió con el índice Bist registrando un -6,6% hasta los 4.502 puntos.

Mientras tanto, el líder turco ya ha reclamado la mayoría de los 600 escaños del Parlamento para la alianza gubernamental, formada por el AKP y movimientos menores nacionalistas y radicales islámicos. En el frente de la oposición, el líder del CHP, Kilicdaroglu, se prepara para la segunda vuelta a fin de mes, convencido de que puede salir victorioso para traer por fin "la democracia a este país". Refiriéndose a Erdogan, concluyó con una broma: las elecciones "no se ganan en los balcones".

Los resultados definitivos deberían anunciarse a las 15.00, hora local, pero ni siquiera en este caso hay certeza porque aún no ha concluido el recuento de los votos del extranjero. Por otra parte, parece confirmarse la victoria parlamentaria de la coalición gobernante, tal y como afirmó el propio Erdogan: los resultados preliminares asignan la mayoría (aunque con menor número que en el pasado) al AKP, con 266 frente a los 296 del pasado. El frente liderado por el CHP habría obtenido unos 166 escaños. Sigue habiendo un clima de gran confianza en torno al presidente, con colaboradores convencidos del éxito porque los aliados resistieron [especialmente el nacionalista MHP, con un 10% del consenso y 50 diputados, un 1% menos] y por la segunda vuelta de Sinan Ogan, que ayer erosionó parte del consenso sobre todo en Anatolia central.