Turkmenbashi, hospital recién inaugurado cierra por sobornos
La corrupción creciente en el país ensombrece la primera inauguración oficial del presidente Serdar Berdymuhamedov, hijo de su predecesor. Una investigación periodística reveló que el modernísimo centro de salud tenía previstos pagos en negro para todo: tratamientos, operaciones, camas y contrataciones.
Asjabad (AsiaNews) - El nuevo presidente de Turkmenistán, Serdar Berdymuhamedov, acudió en persona el 15 de abril a inaugurar un hospital multifuncional de última generación en Turkmenbashi, la ciudad del "padre de todo el pueblo turcomano", llamada así en honor del primer presidente Saparmirat Nyyazov. Una investigación de Radio Azatlyk sobre los sobornos distribuidos entre los funcionarios de la salud turcomanos para la ocasión bastó para cerrar todo. Mientras tanto, un equipo especial de investigación anticorrupción que llegó desde la capital, Asjabad, lleva a cabo una auditoría con miembros de la Fiscalía General y del Tribunal de Cuentas.
Los informes que se filtraron hablan de una serie de detenciones que no se limitan al personal del hospital, empezando por el director general Takhir Annataganov, quien supervisaba el negocio de los puestos de trabajo, asignados por medio de una serie de coimas. Creció el pánico en el khjakimlyk (municipio) de Turkmenbashi cuando se supo de la furia del joven presidente por las investigaciones de la prensa sobre su primera aparición en la inauguración de una importante infraestructura social. El personal directivo había sido elegido tras un cuidadoso proceso de selección por el Ministerio de Salud. Habían nombrado a Annataganov ya en febrero, dos meses antes de la inauguración, y lo habían transferido desde el antiguo hospital de la ciudad. En el pasado, el médico había recibido varias distinciones, incluso la de "doctor del pueblo" en 2020.
Según la información recogida por Azatlyk, alrededor de 20 jóvenes médicos de la región de los Balcanes, que acababan de terminar sus estudios en la universidad estatal "Murad Garryev", pagaron 200.000 manat (más de 100.000 euros) en sobornos para conseguir trabajo en el nuevo hospital. Treinta y cuatro enfermeras también fueron obligadas a pagar una suma de 100 mil manat, mientras que los empleados comunes tuvieron que desembolsar al menos 40 mil manat. Son cifras notables incluso para un país como Turkmenistán, con una arraigada tradición de corrupción, y sobre todo sin precedentes en una institución médica de ámbito regional.
El sistema dirigido por Annataganov prevé pagos en negro para todo: tratamientos, operaciones, plazas de cama y, por supuesto, contratos. “Sin dinero, ni siquiera te hacen una visita de control", dijo una de las fuentes a los periodistas de Turkmen.news, una agencia oficial que intervino por su parte tras la investigación independiente de Azatlyk. Varios funcionarios de la sanidad pública confirman las acusaciones contra el director del hospital, que al parecer es el chivo expiatorio de toda la corrupción en el ámbito médico, y que ahora espera la conclusión de la investigación en una celda de Asjabat.
En realidad, en Turkmenistán la corrupción está extendida desde hace muchos años en todos los ámbitos laborales y sociales. Los ciudadanos tienen que pagar sobornos incluso para conseguir un puesto de barrendero, y para cualquier tarea relacionada con la administración pública. Según el índice de percepción de la organización Transparency International, en 2021 el país ocupó el puesto 169 en este aspecto de entre 180 países del mundo.
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