Transnistria, una flecha rusa en el corazón de Europa
El territorio separatista no tiene interés en unirse a Rusia. Sin embargo, las principales decisiones políticas, económicas y militares se toman en Moscú. Transnistria no tiene instalaciones para apoyar un ataque a Odessa en Ucrania. Los moldavos no interferirán y procuran mantenerse neutrales.
Moscú (AsiaNews) - En Transnistria, la franja separatista moldava en la frontera con Ucrania, hay dos tipos de fuerzas armadas rusas: las llamadas "fuerzas de paz", unas 500 personas desplegadas junto a soldados moldavos y observadores de varios países, y un "grupo limitado de tropas" que protege los depósitos militares rusos en la localidad de Kolbasna. En declaraciones a Currentime.tv, el ex ministro de Defensa de Moldavia, Anatol Šalar, explicó que hay más de 2.200 soldados en el segundo grupo.
El sitio web también entrevistó al ex viceprimer ministro de Transnistria para la Integración en Moldavia, Aleksandr Flenka, quien explicó las diferencias entre el territorio en disputa y las repúblicas separatistas de Donetsk y Lugansk en el Donbass. Y, por otro lado, por qué Rusia no tiene interés en reunificar este territorio. En primer lugar, dijo, el territorio carece de una frontera común con Rusia. Además, los dirigentes de Tiraspol hace tiempo que lograron sus objetivos, mucho antes de la guerra de Ucrania: "Ya cuentan con el suministro gratuito de gas procedente de Rusia y con un floreciente contrabando en todas las direcciones".
El gas ruso se utiliza para producir energía que luego se vende "en negro" a Moldavia, que cosecha ganancias en dólares desde hace 30 años. Por tanto, no hay interés en la integración con Rusia y tampoco en el reconocimiento internacional de la república, lo que implicaría obligaciones y controles de todo tipo. Tampoco hay intención de desencadenar un conflicto armado con Ucrania.
A la pregunta de si los dirigentes de Transnistria son realmente independientes de Moscú, Flenka explica que "en las decisiones del día a día y en la administración, en general hay bastante libertad; por supuesto, la dependencia se siente en el plano político, económico y militar". Por lo demás, añade Flenka, el llamado presidente Vadim Krasnoselskij y el llamado ministro de Asuntos Exteriores Vitalij Ignatev, así como una gran casta de funcionarios, "viven tranquilamente, poseen pasaportes rusos y ucranianos, y muchos de ellos también tienen uno moldavo”.
El único dato en común con el Donbass es la creación de la república separatista, que tuvo lugar con el apoyo ruso siguiendo un esquema ya clásico, que también hemos visto en Abjasia y Osetia del Sur con respecto a Georgia, pero cada uno de estos territorios tiene su propia historia particular.
La palanca de control de Moscú sigue siendo el suministro de gas. En los últimos días, ha cortado el suministro a varios países.Transnistria podría verse afectada si se suspende el envío de gas a Moldavia, de donde el territorio separatista toma ilegalmente su parte. Además, en caso de quedarse sin gas, los habitantes de Transnistria estarían aún menos dispuestos a combatir para los rusos.
De hecho, los rusos también pagan las pensiones de los ciudadanos de Transnistria, que son proporcionadas por el municipio de Moscú junto con otros subsidios sociales. En cualquier caso, un ataque ruso a Odesa desde Occidente sería económicamente insostenible para las instalaciones de Tiraspol. La localidad cuenta con tecnología militar del periodo soviético, y Rusia no puede transportar nada sin pasar por Ucrania o Moldavia. "De todos modos, hay 20.000 toneladas de reservas militares en los depósitos rusos, e incluso si la mitad de ellas funcionaran, seguiría siendo una amenaza importante", señala Flenka, "pero no sería fácil recomponer este arsenal".
En Transnistria también hay un aeropuerto militar, cuyo mantenimiento ha sido mínimo en los últimos 30 años, de modo que aterrizar de noche es imposible. Sin embargo, en los últimos días se sintieron explosiones nocturnas en el lugar.
El presidente moldavo, Maia Sandu, ha señalado el aeropuerto de Tiraspol como un objetivo militar de alto riesgo. Lo cierto es que Chisináu no tiene fuerza para imponer nada, y seguirá manteniendo su neutralidad trabajando por la vía diplomática en todos los sentidos: con Rumanía, la Unión Europea, Ucrania y la propia Rusia.
Transnistria, quizá el rincón más oscuro de todo el continente, sigue siendo una flecha que apunta al corazón de Europa.
13/07/2021 11:24
28/08/2023 10:55