Trípoli, decenas de muertos y desaparecidos en el naufragio de un barco de migrantes

de Fady Noun

La mayoría de las víctimas son mujeres y niños. Continúa la búsqueda en el mar, pero las esperanzas de encontrar sobrevivientes disminuyen a medida que pasan las horas. Fuentes de ACNUR informan que al menos 84 personas viajaban a bordo. Polémica por el hundimiento y acusaciones contra la marina libanesa. Ayer hubo una manifestación en los alrededores de la casa del Primer Ministro: para muchos, él es un símbolo de la política "corrupta".

Beirut (AsiaNews) - Hasta ahora, es de solo siete víctimas el balance oficial del naufragio de un barco cargado de migrantes ocurrido frente a las costas de Trípoli (Líbano), en la noche del 23 al 24 de abril pasado. Sin embargo, ya son cuando menos treinta los desaparecidos, en su mayoría mujeres y niños. Los equipos de rescate siguen buscando en el mar, por tierra y aire, pero a medida que pasan las horas, disminuyen las esperanzas de encontrar a alguien con vida. El objetivo sigue siendo (al menos) encontrar los cuerpos.

Según la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR), había al menos 84 personas a bordo de la embarcación. Ésta fue interceptada a poca distancia del límite de las aguas territoriales libanesas, a unos 5,5 km de la costa. Fuentes locales informan de que la mayoría de las víctimas son mujeres y niños, o menores que no sabían nadar. Según las últimas informaciones, al menos 33 migrantes siguen desaparecidos, llevando el saldo total a 39 muertos y desaparecidos en las aguas del Mediterráneo, en una nueva tragedia en el mar, esta vez frente a las costas del Líbano.

Se abrió una investigación

Las autoridades y el ejército libanés iniciaron una investigación para determinar las causas de la tragedia. Varios sobrevivientes contaron que la embarcación se hundió luego de ser perseguida por un buque de la marina libanesa. "La patrullera golpeó nuestra embarcación dos veces", dijo un sobreviviente a AFP, pero otras familias le pidieron que guardara silencio y no hiciera más declaraciones, y luego lo alejaron de los periodistas.

En una rueda de prensa celebrada el 24 de abril en la base de la marina en Beirut, el comandante del cuerpo, el general Haytham Dennaoui, se defendió de las acusaciones, explicando que la embarcación de los migrantes, que databa de 1974, y tenía 10 metros de largo y tres de ancho, estaba cargada ocho veces más que su capacidad máxima. El oficial de alto rango agregó que la embarcación quiso evitar que el barco del ejército le bloqueara el paso, por lo que hizo una maniobra torpe y acabó chocando con el buque militar. Como consecuencia, el casco de la embarcación -cargada de migrantes- se rompió y el barco se hundió en tan sólo cinco segundos, aseguraron fuentes militares, que difundieron el relato de uno de los sobrevivientes de la tragedia.

Tensión en los funerales

Ayer, la zona de Trípoli (en el norte de Líbano) seguía dominada por la tristeza y la bronca. El día anterior se realizaron los funerales de los seis migrantes cuyos cadáveres fueron los únicos que lograron recuperarse tras el incidente. Escenas de histeria generalizada, rabia y desesperación acompañaron las exequias de las víctimas en los barrios de Tebbané y Kobbé. Entre lágrimas, ahogado por la emoción, la voz de Mohammad Dandachi se quebró varias veces cuando relató cómo murieron ahogados sus tres hijos. Uno de ellos, era un bebé de sólo 40 días. Según algunas fuentes, al menos 11 miembros de la misma familia murieron en la tragedia en el mar. Los manifestantes acusaron de insensibilidad a la clase dirigente, indiferente a la hambruna y la miseria de la población, en un país cuya moneda ha perdido más del 90% de su poder adquisitivo.

Según la información difundida por L'Orient-Le Jour (LOJ) -que recogió testimonios de los sobrevivientes-, el organizador de la travesía mortal también estaba a bordo del barco con su mujer y sus hijos. Había prometido a los pasajeros que llegarían hasta la costa italiana y luego continuarían el viaje hasta Alemania. Varios sobrevivientes dicen que el hombre había exigido casi mil euros por persona para subir a bordo, so pretexto de equipar la embarcación y comprar material para que el viaje fuera "seguro". Incluso se jactó de haber equipado el barco con dos motores para compensar una posible avería.

En un clima cargado de tensión, los manifestantes ayer realizaron un acampe de protesta en Beirut, frente a la casa del primer ministro Nagib Mikati, en medio de un despliegue de fuerzas de seguridad. En las redes sociales, un vídeo que fue muy compartido mostraba una pancarta colgada frente a un yate de lujo amarrado en Niza (sureste de Francia), perteneciente al primer ministro Mikati. En el cartel, se leía: "Los habitantes de Trípoli están siendo asesinados por el propietario de este yate". Muchos en el Líbano perciben al jefe de gobierno, originario de Trípoli y con una fortuna personal estimada en más de 2.500 millones de euros, según la revista Forbes- como uno de los símbolos de la cúpula dirigente, acusada de corrupción y nepotismo, y sospechada de enriquecimiento ilícito.