Toque de queda en Cachemira: por primera vez, se prohíbe la fiesta de Eid-al-Adha

Hoy se celebra la fiesta del “sacrificio a Dios”, que marca el fin de la peregrinación a La Meca. Los musulmanes no pueden acudir al templo más famoso. Las autoridades imponen que se rece en las mezquitas locales. Helicópteros y drones sobrevuelan la zona para evitar que se congreguen multitudes.

Srinagar (AsiaNews) – Por primera vez en toda la historia de la India, los musulmanes que residen en Cachemira hoy no podrán acudir al famoso templo Hazratbal de Srinagar, capital estival del Estado, para celebrar la fiesta de Eid-al-Adha. De hecho, las autoridades indias han impuesto el toque de queda en los diez distritos estatales y han comunicado a los fieles que deberán rezar en las mezquitas locales. En tanto, en todo el territorio los controles se han vuelto más rígidos, mientras continúan los enfrentamientos entre los manifestantes y la policía, que han elevado a 80 muertos el saldo de la protesta más violenta de los últimos años.

Hoy, los fieles musulmanes celebran la “fiesta del sacrificio a Dios”, que marca el fin de la peregrinación a La Meca. Habitualmente las celebraciones en Cachemira prevén la peregrinación a Hazratbal y el sacrificio ritual de ovejas y cabras. Sin embrago, hoy los negocios se encuentran cerrados, y las plazas y mercados están desiertas.

Por las calles marchan los manifestantes, a los cuales los líderes separatistas han pedido cortar la ruta nacional que atraviesa el valle. En tanto, las autoridades de Delhi han hecho despegar helicópteros y drones para vigilar la zona, y así evitar que las personas se congreguen.

Desde que las fuerzas de seguridad asesinaron a Burhan Wani, uno de los líderes separatistas más reconocidos, estalló una nueva ola de violencia que está provocado graves daños a la población local. Al día de hoy, más de 10.000 personas han resultado heridas, las escuelas están cerradas, los niños asisten a clases gracias a la obra llevada adelante por algunos voluntarios , que han abierto las puertas de sus viviendas y de las mezquitas para garantizar la continuidad de la enseñanza. De nada han servido los llamamientos por la paz llevados a cabo por personalidades de prestigio, como es el caso de un grupo de imanes y de Malala Yousafzai, Premio Nobel por la paz.