Toma forma el 'Madani Way' del primer ministro Anwar Ibrahim

de Hal Swindall

El primer ministro presentó un nuevo enfoque de gobierno para una "Malasia civilizada". La iniciativa se funda en el Islam. Aborda las desigualdades del país en términos de etnia, religión, regiones y otros males. Promete justicia para toda la población y equidad en política exterior. Dudas sobre su aplicación efectiva.

Kuala Lumpur (AsiaNews)- Está tomando forma el “Madani Way”, el programa político del gobierno de coalición Pakatan Harapan, encabezado por Anwar Ibrahim. Se ha convertido en una norma para los nuevos primeros ministros de Malasia lanzar un eslogan que resuma la política general de sus administraciones.

Madany Way se puede traducir como "Malaysia Civilizada" y es un acrónimo local que enumera seis valores fundamentales: sostenibilidad, prosperidad, innovación, respeto, confianza y compasión. En árabe, la palabra implica la idea de ser moderno y civilizado.

En un reciente artículo de opinión que publicó el New Straits Times, el ex embajador Azhari-Karim elogió la iniciativa como "un 'nivelador' de todas las actividades de la sociedad y el gobierno". El Madani Way tiene sus raíces en un libro de 1989 ("La sociedad medinesa en tiempos del Profeta"), escrito por el erudito islámico AkramDi'ya Al Umari. Según Azhari-Karim, ya existe "una nueva conciencia" que se puede relevar en los malayos de todas las etnias.

Hace mucho tiempo que Anwar defiende este enfoque. En 1996 publicó un libro titulado "El renacimiento asiático", donde dedica un capítulo a plantear el concepto de Madani. El primer ministro habla de "una economía humanista que se opone al capitalismo desenfrenado que se practica hoy".

Citado por los medios locales, el diputado Datuk Seri Dr. Wee Ka Siong explicó que le había preguntado a Anwar cuáles eran las implicaciones del Madani Way. El primer ministro respondió que los ciudadanos de todas las etnias, religiones, regiones y niveles de ingresos serán tratados con justicia, especialmente los pobres.

En política exterior, la administración de Anwar se situará entre Estados Unidos y China, respetando los derechos humanos y evitando conflictos con otros países. Tratará de aportar una mayor atención al aspecto humano en las relaciones con la ASEAN (Asociación de Países del Sudeste Asiático), sobre todo con Indonesia y Vietnam, y se esforzará por aumentar la credibilidad de Malasia en el mundo islámico.

Sin embargo, el Madani Way se aplicará en primer lugar a las reformas internas, especialmente la lucha contra la corrupción y los consiguientes males sociales que han afectado a los gobiernos anteriores.

Como ocurre con cualquier gobierno incipiente, queda por ver si Anwar y sus ministros aplicarán realmente la nueva política con medidas significativas para el país. De todos modos este enfoque parece ofrecer esperanza a una nación que durante mucho tiempo ha sufrido muchos y graves problemas: saqueos, desconfianza racial, exclusión de las minorías y otros males. Es un experimento valiente para comprobar si los preceptos antiguos pueden producir resultados reales en un país en vías de modernización.