Todas las rutas de los migrantes de Punjab
La noticia de la espantosa muerte de Satnam Singh, al que abandonaron con un brazo mutilado en Italia donde estaba trabajando en condiciones ilegales, llegó también a su pueblo natal en Punjab, el segundo Estado de la India en flujos migratorios, sólo superado por Kerala. Hasta los años '80 Punjab era considerado el granero de la India, pero ahora ofrece pocas oportunidades de trabajo para los jóvenes, que parten en dos corrientes: los más instruidos hacia Canadá, los no calificados hacia el Golfo y Europa.
Chandigarh (AsiaNews) - La noticia de la muerte de Satnam Singh, el trabajador de 31 años a quien dejó morir su empleador, propietario de una cooperativa agrícola en la provincia italiana de Latina, ha llegado también a su pueblo natal en el Estado indio de Punjab.
Satnam Singh murió en el hospital el 19 de junio. Dos días antes había perdido un brazo tras quedar atrapado en una maquinaria. El empleador, en vez de pedir ayuda médica, colocó el brazo mutilado en un cajón de fruta, subió a Singh y a su esposa (también empleada ilegalmente en la empresa) en una furgoneta y los dejó delante de la puerta de su casa.
Harpreet Singh, el sarpanch (una especie de jefe de la aldea) de Chand Nawa, de donde provenía Satnam, dijo al periódico online The Wire que la noticia fue un duro golpe para toda la comunidad: “Muchos jóvenes de nuestra aldea están en Italia, por eso pudieron contar los detalles del terrible accidente y trataron de informar de manera gradual a los padres de Satnam sobre su muerte. Fue difícil darles la noticia, estaban muy angustiados, y desde entonces se encuentran internados en el hospital. Ni siquiera podían hablar con nadie”, afirmó. Explicó también que Satnam provenía de una comunidad dalit (sin casta, que viven en condiciones de fuerte desventaja económica y social en la India) y que las condiciones económicas de su familia no eran buenas, por eso él había decidido tomar ese camino.
Satnam no es el único. Punjab, la región de donde se originó el sijismo, es tradicionalmente un Estado con un alto nivel de emigración, en este momento sólo superado por Kerala. En Talhan, en el distrito de Jalandhar, hay un gurdwara (templo sij) dedicado a los viajes al exterior: los fieles llevan como dones aviones de juguete con la esperanza de que su deseo de partir se haga realidad. Las tiendas en el ingreso venden réplicas de los aviones de las principales aerolíneas internacionales que, después de ser entregados como ofrenda, suelen distribuirse a los niños del barrio.
El estudio más reciente sobre la emigración en Punjab fue publicado por la Punjab Agricultural University. Se centra en el período 1990-2022 y muestra que el 74% de los emigrantes abandonaron el Estado después de 2016. Más del 13% de las familias de las zonas rurales informaron tener al menos un familiar en el exterior, pero en los distritos de Amritsar, Gurdaspur, Shaheed Bhagat Singh Nagar y Ferozepur el porcentaje de emigración supera el 30%.
Hay varias razones, pero la principal, que refieren las tres cuartas partes de las familias, está relacionada con el desempleo y la insuficiencia de ingresos. La cifra ya había sido registrada en 2021 por otra investigación, según la cual los jóvenes punjabíes se declaran los más insatisfechos de toda la India en cuanto a las oportunidades laborales. Sólo el 2% definió como "buenas" las oportunidades que ofrece el mercado laboral, frente al 15% de la media nacional.
Hasta la década de 1980 Punjab era considerado el granero de la India y el Estado con mayor ingreso per cápita. Sólo una década después se transformó en el principal "exportador" de migrantes por canales irregulares. ¿Por qué? Según diversas investigaciones, la transición a políticas neoliberales, acompañada de una reducción del gasto público en educación, ha privado a las generaciones jóvenes de oportunidades de estudio y formación personal, lo que imposibilita la ocupación en el sector público o en las grandes empresas. Al mismo tiempo, la proporción de trabajadores empleados en el sector agrícola pasó del 62% en 1971 al 36% en 2011 (no hay datos más actualizados porque no se llevó a cabo el censo de 2021, pero es probable que en los últimos años el porcentaje haya disminuido aún más). No obstante, Punjab sigue siendo hasta hoy un Estado rural: el 62% de los habitantes vive en el campo, frente al 37,5% de la población urbana.
Esta distribución también da origen a una gran diferencia en los flujos migratorios: por un lado, los jóvenes con mayor nivel de educación de las ciudades eligen Canadá como destino de emigración favorito, al que muchos acceden con una visa de trabajo o, mucho más a menudo, de estudio. Según el último censo de 2021, hay 950.000 indios provenientes de Punjab en territorio canadiense, lo que equivale al 2,6% de toda la población. Los datos del Ministerio de Educación de la India, que datan de 2021-2022, hablan de una disminución de 100 mil estudiantes punjabíes en cinco años.
"Ciertamente se está verificando una transición de las zonas rurales a las urbanas, de las comunidades agrícolas a las empresariales, de aquellos que buscan trabajo a aquellos que ya tienen una buena situación económica o tienen una carrera", explicó Kuljeet Singh Hayer, presidente de la Asociación de agentes de viajes de Punjab. "La tendencia de las remesas de los indios no residentes (NRI, indios de la diáspora) se ha revertido y se ha convertido en una fuga masiva de capitales a otros países y esto tendrá impacto en la economía de Punjab en los próximos años".
Por otro lado, sin embargo, aquellos que se van - a menudo "ilegalmente" siguiendo las rutas de los traficantes - son en su mayoría campesinos y jornaleros que pertenecen a las castas inferiores y en muchos casos se han quedado sin tierras. En este caso el destino que eligen son los Emiratos Árabes Unidos, donde los indios (casi 4 millones, el 38% de la población local) trabajan principalmente en los sectores de la construcción y el transporte.
La migración de los punjabíes a Europa, sin embargo, es más compleja. Hasta el año pasado, la mayoría de aquellos que querían llegar a Europa podían pasar por Serbia, donde los indios estaban exentos de visa. Desde allí cruzaban las fronteras hacia cualquiera de los países del espacio de Schengen. Las autoridades europeas habían registrado la presencia de 130.000 indios en los diez primeros meses de 2002, lo que llevó a Belgrado a suspender el programa. En otros casos, se identificó a Rusia como punto de entrada y a Bielorrusia y Kazajistán como países de tránsito.
Aquellos que intentan la ruta hacia Estados Unidos, en cambio, lo hacen a través de las "donkey routes", las "rutas de los burros", expresión que no se refiere a los caminos de mulas sino a ir pasando de un país a otro, que en el idioma local se dice "dunki" y recuerda la pronunciación inglesa de "donkey". En este caso, los que salen dependen de los traficantes, que organizan vuelos de un país a otro (desde Asia hacia América Latina o hacia Europa) para que aparezcan en el pasaporte los sellos de diversos visados y los migrantes puedan pasar por turistas veteranos. En diciembre, más de 300 indios que habían partido de los Emiratos Árabes Unidos y se dirigían a Nicaragua (desde donde partirían hacia Estados Unidos) fueron repatriados desde Francia, donde el avión había hecho escala para repostar combustible.
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