Tikhanovskaja fue obligada a huir a Lituania

de Vladimir Rozanskij

Las autoridades bielorrusas la habrían obligado a irse del país, como condición para liberar a algunos miembros de su staff. Según la KGB, además de recibir amenazas, la mujer habría sido blanco de un intento de atentado con el cual se pretendía convertirla en una “víctima a sacrificar”. Lukashenko recibe la bendición del patriarca Kirill. Los sacerdotes ortodoxos y católicos se unen a los manifestantes. El riesgo de que se produzca una nueva Maidán.

Moscú (AsiaNews) - Svetlana Tikhanovskaja, la candidata de la oposición en las elecciones presidenciales en Bielorrusia, derrotada oficialmente por el presidente “eterno” Aleksandr Lukashenko, fue obligada a dejar el país y según parece, estaría refugiada en Lituania. En el canal de YouTube de su esposo, Sergej Tikhanovski, la mujer leyó un mensaje que da a entender con claridad que se ha visto obligada a tal situación (https://www.youtube.com/watch?v=9DzisJ388Xs&feature=youtu.be). La política afirma que “la campaña electoral me ha templado mucho el carácter y soy capaz de soportar cualquier cosa. Sin embargo, sigo siendo una mujer débil, como lo fui siempre, desde un inicio. He tomado una decisión muy difícil para mí, y he llegado a ella de forma absolutamente independiente. Ni mis amigos, ni mis padres, ni mi equipo; ni siquiera mi marido Sergej ha influido en ella en absoluto”.

Tikhanovskaja habría decidido abandonar Bielorrusia, ya que “lo que está sucediendo no vale una vida. Los hijos son lo más importante de nuestras vidas”. Su colaboradora Olga Kovalkova declaró que fueron las autoridades bielorrusas las que obligaron a Tikhanovskaja a irse del país, como condición para dejar en libertad a uno de los jefes de su staff, María Moroz. Tanto Tikhanovskaja como Moroz se encontrarían en Lituania. Según Kovalkova, a Tikhanovskaja no le habría quedado otra opción: “Hoy ella está viva y en libertad, pero gran parte de su equipo sigue siendo rehén”, comunicó a la agencia Tut.by.

Kovalkova agregó que la mayor preocupación de los sostenedores de Tikhanovskaja es defender la libertad de elegir, además de evitar un derramamiento de sangre: “Ahora la situación es crítica, y por más difícil que sea para nosotros, debemos rechazar cualquier forma de violencia y defender nuestra victoria en el marco de la ley, por vías pacíficas. Apelamos a todas las fuerzas democráticas y a los que apoyan un cambio, para que se unan. A partir de hoy, haremos consultas extraordinarias para entender cuál es la mejor manera de actuar”.

El director de la KGB de Bielorrusia, Valerij Vakulchuk, declaró que los servicios de seguridad (cuyo nombre no ha cambiado desde los tiempos soviéticos) han frustrado un atentado contra Svetlana Tikhanovskaja, según información proveniente de su mismo staff, que aludió a la “necesidad de sacrificar una víctima” para favorecer los levantamientos revolucionarios.

En la segunda noche posterior a las elecciones del 9 de agosto hubo revueltas en las calles, que culminaron con la muerte de otro manifestante. La protesta se desplazó de forma sorpresiva, para confundir a las fuerzas del orden. En el centro de Minsk, la policía mantuvo el control de la situación, pero en los distritos suburbanos los desórdenes se incrementaron, con el lanzamiento de bombas Molotov. Una de éstas habría estallado en la mano de un manifestante, que perdió la vida. Las fuerzas especiales habrían perseguido a varios grupos de manifestantes con explosivos y granadas cegadoras, abriendo fuego contra la multitud. Se registraron daños en varias partes de la capital. La periodista Natalia Lubnevskaja, de Nasha Niva, fue herida en una rodilla con una bala de goma. Las protestas continuaron hasta las 4 de la madrugada.

Es posible que el conflicto degenere en otra situación. Si las manifestaciones continúan en los próximos días y se llega a una huelga general, anunciada por varios sostenedores de Tikhanovskaja, Bielorrusia podría repetir la experiencia ucraniana de la revuelta de Maidán, en el 2013. En las plazas se constató la presencia de varios sacerdotes, tanto ortodoxos como católicos, que apoyan a los manifestantes, si bien los responsables de las Iglesias aún no han tomado una posición respecto al caos post-electoral. El único que felicitó a Lukashenko por su victoria en las elecciones fue el patriarca de Moscú, Kirill (Gundjaev).

Según parece, Lukashenko es consciente de que en estos días se juega a todo o nada; si decide irse, terminaría en los tribunales por una extensa lista de acusaciones. Lo que se teme es que pida ayuda militar a Putin, siguiendo un escenario propio del siglo pasado; no es casual que en varias ciudades de Rusia haya manifestaciones en apoyo de las protestas bielorrusas. Varios países europeos (Alemania, Lituania, Letonia, Chechenia, Polonia) han declarado “no democráticas” las elecciones en Bielorrusia, y convocan a una reunión de urgencia del Consejo Europeo.