Tifón Koppu se abate sobre Filipinas: dos muertos y 20.000 desplazados

Las provicnias al norte de Manila son las más afectadas. Miles de personas permanecen en centros de evacuados o están atrapadas sobre los techos desde hace dos días. Los equipos de auxilio usan botes de goma, pero son impedidos por el tifón, que se mueve con mucha lentitud. Superior general del PIME: “Se mueve lentamente, y esto dificulta los auxilios: para evaluar los daños debemos esperar a que pase”.

Manila (AsiaNews) – Dos muertos y aproximadamente 20.000 personas evacuadas o atrapadas sobre los techos de sus casas ; cultivos destruídos y calles transformadas en ríos. Éste es el primer balance de los daños causados por el tifón Koppu, que desde hace dos días se abate sobre las islas Filipinas del norte. Una de las zonas más castigadas es Cabanatuan, al norte de Manila, donde casi 70 aldeas han quedado sumergidas bajo el agua. El P. Giovanni Re, superior regional del PIME en Filipinas, dice a AsiaNews: “Estragos ulteriores fueron causados por el hecho de que el tifón se está moviendo muy lentamente, y esto obstaculiza bastante las tareas de los equipos de auxilio. Llevará tiempo para que se retire de las zonas habitadas. Las ráfagas de viento y las lluvias son muy fuertes. Para entender la dimensión de los daños será necesario que pase la emergencia”.

El tifón golpeó la costa este en Luzon alcanzando una velocidad de 210 km/h y en este momento se está ubicando a 150 km/h. “El agua por ahora es demasiado profunda como para permitir el paso de las caravanas militares - confirma Nigel Lontoc, un voluntario de los equipo de auxilio – por eso estamos intentando llegar hasta donde están las personas usando gomones. El aluvión está yendo a mucha velocidad y la gente busca refugiarse sobre los techos”. En este momento, en la zona al norte de Manila están operando 10 escuadras de auxilio.

En Cabanatuan, ciudad que no está acostumbrada a la emergencia por tifones, “algunos residentes se han autoevacuado en modo preventivo – afirma Lontoc – pero otros pensaron que el agua no los alcanzaría y se han quedado atrapados”. Hay aproximadamente 19.000 desplazados que permenecen en centros puestos a disposición del gobierno, del los cuales muchos se encuentran en un gimnasio de San José. En Jaen, una comunidad de 67.000 personas cercana a Canabatuan que se dedica al cultivo del arroz, el agua alcanzó el nivel de los techos.

En Manila, cuenta el P. Re, “la situación es bastante buena, con alarmas de nivel 1 o 2. Se han cerrado las escuelas para evitar el tráfico y no poner en riesgo a los niños. Hay ráfagas de viento intenso y lluvias, pero nada grave. Yendo hacia el norte la situación es mucho más preocupante”.

Un niño de 14 años murió en Manila luego de que un árbol, que fue arrancado de raíz por el viento, cayera sobre su casa. Una mujer de 62 años falleció en la provincia de Zambales cuando su casa colapsó por el exceso de lluvia.