Tiflis: la oposición busca la unidad

de Vladimir Rozanskij

Se definen los candidatos a la presidencia del Movimiento Nacional. El favorito es el líder saliente, Melia. Los cuatro aspirantes piden la liberación del ex presidente Saakashvili. La formación prooccidental desafía al partido en el poder, Sueño Georgiano, cercano al Kremlin.

Moscú (AsiaNews) - Los miembros del Movimiento Nacional, principal partido de la oposición en Georgia, escogieron a sus cuatro candidatos a la conducción del partido. La elección tendrá lugar los días 28 y 29 de enero mediante el innovador sistema "blockchain". Se presentarán el presidente saliente, Nika Melia, el diputado Levan Khabeišvili, la ex diputada Nona Mamulašvili, que había abandonado recientemente la formación, y el activista humanitario Georgij Mumladze. Los cuatro aspirantes tienen algo en común: su intención de salvar al fundador del partido, el ex presidente Mijail Saakašvili, que se encuentra en prisión y gravemente enfermo. El lema que los une es "¡Liberen a Miša!".

Los candidatos, empezando por Mumladze, el más cercano a las protestas, han invitado a todos sus partidarios a manifestarse ante el tribunal de Tiflis, donde se celebra una nueva audiencia del juicio contra Saakashvili. El ex presidente regresó de Ucrania clandestinamente hace dos años y fue acusado de malversación de fondos durante su presidencia. Sus abogados y todos sus seguidores piden que se le otorgue la libertad bajo fianza por motivos de salud. Se refieren a él como un "prisionero del régimen ruso" apoyado por el partido gobernante, el Sueño Georgiano.

De los cuatro aspirantes a la dirección del Movimiento Nacional, tres critican la actual gestión del partido, por considerarla demasiado débil frente a los prorrusos en el poder. El constitucionalista Mumladze incluso estuvo afiliado a Sueño Georgiano, pero recibió el apoyo necesario de cinco miembros de la dirección del partido. Mamulašvili había dimitido de su cargo parlamentario, en parte para defender a su hermano Mamuk, comandante de la Legión Georgiana que se encontraba en Ucrania para luchar contra la invasión rusa. Su candidatura ha surgido sorprendentemente en los últimos días, apoyada por otro de los jóvenes contestatarios internos, Georgij Khvedeliani, formando un "frente renovador" que reclama un giro prooccidental decisivo en el partido y en el país.

El más ferviente opositor a la actual administración es el diputado Khabeišvili, que ha arremetido contra sus compañeros de bloque en el Parlamento con durísimas acusaciones que rozan la vulgaridad. A raíz de ello, se ha vuelto muy popular entre los partidarios más radicales, especialmente en las provincias. El principal blanco de las críticas es el actual presidente del partido, Melia, al que acusan de "ineptitud e incapacidad política". Ahora Khabeišvili asegura que va a atenerse al parecer de los votantes y que no abandonará el partido ni siquiera en caso de derrota, debido a su " pertenencia biológica " al frente prooccidental.

Aún así, la mayoría de los miembros de la dirección apoyaron la nueva candidatura de Nika Melia, con 39 votos de un total de 93, empezando por el coordinador Koba Nakopija junto con los principales dirigentes del partido. Melia propone aglutinarse en torno a la figura del líder histórico Saakašvili, que pronto cumplirá 55 años. Aparentemente sucumbió a la presión en favor de elecciones anticipadas, en parte para apaciguar los ánimos demasiado radicales, y confía en su reelección.

Desde el mayoritario partido Sueño Georgiano llegan comentarios burlones sobre el "interminable caos" de los opositores, con candidatos que van y vienen. Frente a ello, la diputada del Movimiento Nacional Anna Tsitlidze replicó: "nuestros adversarios saben muy bien que el Movimiento es el bastión de los valores occidentales, y es el principal obstáculo a su deseo de imponer una dictadura dirigida por el Kremlin". Según Tsitlidze, "no es de extrañar que haya una acalorada competencia democrática en el seno de nuestro partido. El Sueño Georgiano no tiene la más remota idea de lo que es esto, pues anuncia a su líder en la televisión".

Muchos observadores siguen creyendo que las elecciones internas conducirán a la división de la oposición, lo que podría volverla insignificante. Pero Georgia nunca deja de sorprendernos.