Tiflis, el retorno del oligarca

de Vladimir Rozanskij

El multimillonario Bidzina Ivanišvili, tras tres años de ausencia de la política, ha anunciado que retomará directamente las riendas del "Sueño Georgiano", el partido prorruso que fundó y que gobierna el país. Afirma que quiere "unir Georgia" con vistas a ingresar en la Unión Europea en 2030.

Tiflis (AsiaNews) - El multimillonario pro-Putin Bidzina Ivanišvili, a menudo llamado por la oposición el "monarca en la sombra" de Georgia, ha declarado su voluntad de volver a dirigir el partido Sueño Georgiano que fundó y que gobierna el país desde 2012, aceptando el título de presidente honorario después de tres años de ausencia de la política activa. En el congreso del partido, explicó que las razones de su regreso se debían a la "situación geopolítica" en la región del Cáucaso, y a evitar los "riesgos de corrupción y enfrentamiento interno" dentro del propio partido gobernante.

Ivanišvili también subrayó que no tenía intención de ocupar los puestos de primer ministro o presidente del partido, sino que su principal objetivo era "unir a Georgia" con vistas a su entrada en la Unión Europea, prevista para 2030, cuando el desarrollo económico del país, según sus previsiones, "podrá alinearse con el de los Estados europeos".

En su discurso en el congreso, el oligarca-fundador se quejó de que las oposiciones en Georgia son "demasiado débiles, no son capaces de ejercer la función de control del poder". En realidad, los opositores no aceptan estos juicios del "monarca": la representante del ex presidente encarcelado Mikhail Saakašvili, la diputada Sofia Džaparidze, comentó que el regreso de Ivanišvili a la política venía dictado por el "miedo a la derrota" de su partido en las elecciones parlamentarias del próximo octubre. También hizo declaraciones similares el presidente del "Movimiento Nacional", el partido de Saakašvili, Levan Khabeišvili, quien afirmó que tras las elecciones "Ivanišvili se verá obligado a regresar a su querida Rusia".

Los líderes del partido gobernante, por su parte, acogieron con entusiasmo la decisión de su padre fundador. Según declaró a la prensa el primer ministro Iraklij Garibašvili, el objetivo de Ivanišvili es "salvar Georgia" como "la había salvado en 2012", llevando entonces al Sueño Georgiano a la victoria en las elecciones parlamentarias. El primer ministro señaló que "si el sistema de poder criminal dirigido por Saakašvili hubiera seguido al timón del país entonces, hoy estaríamos en condiciones de guerra permanente con Rusia, lo que llevaría a la ruina definitiva de Georgia". Según las estimaciones del propio Ivanišvili, el partido debería obtener fácilmente más del 60% de los votos en octubre, a pesar de las "estadísticas falsas" difundidas por la oposición.

El oligarca prorruso está actualmente sometido a sanciones occidentales, pero aseguró a los periodistas que "todo va bien, no me falta nada". Los comentarios de los observadores políticos georgianos, sin embargo, expresan cierto escepticismo sobre el "regreso del rey", en palabras de uno de los más influyentes, Gia Nodia: "Se trata sin duda de un movimiento inesperado, que todo el mundo cree que se debe a los problemas internos del partido en el poder, que evidentemente son más graves de lo que se pensaba".

En realidad, no está claro cuál será el papel del "presidente honorario", aunque su influencia en la política gubernamental ya era "ilimitada", asegura Nodia, independientemente del título oficial que se le otorgue: "Está claro que tiene planes para poner en marcha, aunque por ahora es difícil decir cuáles son... A Bidzina le gusta jugar con el favor del público, es su forma de humor político". La relación con la oposición también está por verse, según el politólogo: "Si dice que son demasiado débiles, significa que también le preocupan, y que debe intentar mantenerlos bajo control". En efecto, el nuevo año podría ser decisivo para Georgia, y los grandes actores "están poniendo sus cartas sobre la mesa".