Tiberíades: crece el nivel del lago, recurso de agua estratégico para la región

Con las lluvias abundantes y el derretimiento de las nieves, la cuenca hídrica cobró nueva vida. El mar de Galilea abastece de agua a los centros habitados y permite el riego de muchos cultivos. En el período crítico, el nivel del agua cayó a 214 metros por debajo del nivel del mar. Las aguas acarician el convento de Cafarnaúm. La obra de los frailes para la limpieza de las orillas.

Jerusalén (AsiaNews) - El nivel del lago de Tiberíades, el principal recurso de de agua dulce en Israel, hace meses que registra una crecida constante, a tal punto que llegó a una altura que no se registraba desde hace más de 16 años. Como confirman los frailes de la Custodia en tierrasanta.net, se trata de una información de suma relevancia, por ser ésta una reserva hídrica de importancia estratégica,que abastece a los centros de la región y permite la irrigación de muchos cultivos.

Fray Lucas Panza, un fraile franciscano de la Custodia de Tierra Santa, guardián del convento de Cafarnaúm, confirma “las lluvias abundantes y el hecho de que no se haya abierto el dique de conexión” con el río Jordán. Recientemente, prosigue, “hubo días de fuertes tormentas, que han dañado las orillas del lago”, y por eso se está realizando un meticuloso trabajo para “traer tierra nueva y reconstruirlas. Este año, el nivel del lago aumentó 4 metros y debemos tomar previsiones”.

Situado en Galilea, la cuenca tiene una extensión de 160 Km cuadrados; es un símbolo religioso para los cristianos y un lugar de peregrinación para los judíos. En los últimos años, las aguas han ido retrocediendo, al punto que entre el 2017 y el 2018 el “Mar de Galilea” llegó a su puntó más bajo, con menos de 214 metros.

Es una de las causas de la caída en la producción agrícola de las bananas, que exige enormes cantidades de agua. La situación de crisis se ve agravada por la extracción constante que realizan las autoridades, que alcanza los 400 metros cúbicos anuales, y por los escasos niveles de precipitaciones en la última década. A esto, se suma el crecimiento demográfico, que lleva una merma de un centímetro por día. La disminución de las aguas ha alarmado a los ambientalistas y expertos, pues esto influye directamente sobre el ambiente natural y provoca un aumento de la salinidad, poniendo en peligro la flora y la fauna.

Hoy, el Estado de Israel fijó el límite de extracción de agua en 40 millones de metros cúbicos por año. Al fin y al cabo, el agua es un bien muy preciado y sólo una política de gestión prudente y una colaboración entre las entidades y naciones podrá salvar la región medio oriental, que está en riesgo de una crisis. Los dos últimos inviernos, que fueron lluviosos, y el derretimiento de las nieves en las cumbres del Golán deberían contribuir a alzar aún más el nivel de las aguas que, por primera vez desde 1992, superó el nivel de 209 metros, alcanzado (en las fotos) los bordes y las orillas.

Sin embargo, lo cierto es que la crecida de las aguas del lago pone en peligro los santuarios de la zona de Cafarnaúm, sobre todo el del primado de Pedro en Tabgha (v. Foto), uno de los lugares más amados y visitados de Tierra Santa, que en los últimos 2 años ha tenido, en promedio, 5.000 turistas por día, con picos de 6.500 visitantes. Hoy el lugar de culto está cerrado a los visitantes, como parte de las normas de contención de la pandemia del nuevo coronavirus. Ahora que no debemos lidiar con “grandes números de peregrinos”, subraya Fray Lucas, “nuestro servicio es proteger y custodiar el lugar”. “De todos modos, seguimos trabajando para mejorar el área. Estaremos listos para recibir nuevos peregrinos, y esperamos que esto pueda darse pronto”, concluye.