Terremoto en el noroeste de Irán: al menos cinco muertos y más de 300 heridos
El epicentro del sismo de 5.9 grados de magnitud fue localizado a 8 km de profundidad en el este de la provincia de Azerbaiyán, un área agrícola y montañosa. Al principal temblor le sigueron 42 réplicas. Al menos 30 edificios quedaron arrasados. Los mayores daños se concentran en dos localidades.
Teherán (AsiaNews/Agencias) - Es de al menos cinco muertos y más de 330 heridos el saldo, aún provisorio, de un terremoto que anoche azotó el noroeste de Irán. Según informa la TV estatal, el epicentro del sismo, de 5.9 grados de magnitud, fue localizado a 8 km de profundidad y a unos 60 km de distancia de la ciudad de Hastrud, en el este de la provincia de Azerbaiyán.
Tras el principal temblor se sucedieron cerca de 42 réplicas de asentamiento, de las cuales cinco tuvieron una magnitud de entre 4 y 4.8 grados, en la región de Turkmenchay. Los expertos del centro de sismología del Instituto de Geofísica de la Universidad de Teherán agregan, además, que el primer terremoto se registró a la 1.20, hora local, en tanto el último temblor fue casi cuatro horas más tarde, a las 5:10 (02:40 horas en Italia).
El gobernador local, Mohammad-Réza Pourmohammadi, confirmó un primer balance estimado de cinco víctimas fatales, y agregó que “el sismo arrasó con 30 edificios”. Las operaciones se socorro a la población se están desarrollando en al menos 41 localidades esparcidas en siete provincias, pero los mayores daños se concentran en dos localidades.
Ante los primeros temblores, la población del área rural y montañosa abandonó sus casas para ponerse a salvo. La mayor parte de los habitantes regresó a sus hogares con las primeras luces del alba, cuando la situación parecía haberse normalizado.
El presidente Hassan Rouhani convocó al gobernador local y le ordenó que se destinen todos los medios y recursos para afrontar la emergencia.
Irán es escenario de frecuentes temblores, por estar situada en un área donde convergen dos grandes placas tectónicas. En 1990, un sismo de 7.4 grados de magnitud golpeó el norte del país dejando más de 40.000 muertos, 300.000 heridos y medio millón de personas sin techo. El terremoto pulverizó decenas de ciudades y unas 2.000 localidades quedaron convertidas en ruinas. La larga estela de sangre continuó con dos desastres más: en el 2005, un terremoto se llevó la vida de 600 personas y en el 2012, un segundo sismo mató a 300.