Tensiones y acusaciones entre los que apoyan a Widodo y Subianto. La Iglesia llama a la unidad

de Mathias Hariyadi

En una nota conjunta los líderes católicos y protestantes invitan a la calma, para alejar el peligro de tensiones y conflictos sociales. Ellos auspician que el voto sea regular y expresión del "querer del pueblo". Mientras tanto surgen los primeros casos de fraude. Los resultados oficiales serán el 22 de julio, pero es probable el recurso del que perderá a la Corte constitucional.

Yakarta (AsiaNews)- Los líderes cristianos indonesios- católicos y protestantes- intervienen en la polémica política iniciada por los resultados, hasta ahora parciales, de las elecciones presidenciales que se realizaron el 9 de julio pasado. A desafiarse el gobernador saliente de Yakarta, Joko "Jokowi" Widodo de 53 años, que tendría una ventaja sobre su rival, el ex general Prabowo Subianto de 62 años, si bien éste último reivindica varias veces que tiene la victoria. Los datos definitivos serán difundidos dentro del 22 de julio y hay una gran espera sobre el nombre del próximo jefe de Estado de la nación- y República- musulmana más poblada del mundo. Los dos desafiantes, junto a los vice, Jusuf Kalla y Hatta Radjasa, han pedido a sus simpatizantes en las urnas que controlen con atención el conteo de las boletas electorales extraídas de las urnas, para evitar fraudes o manumisiones.

Expertos de política local afirman que será posible- si bien no seguro- el recurso del candidato que pierda a la Corte constitucional, árbitro y juez último en esta carrera presidencial. Hasta ahora los institutos de investigación están divididos sobre el probable ganador, con una ventaja decidida para el ex gobernador de Yakarta: cuatro encuestadores cercanos al comité electoral de Subianto, aseguran el suceso del ex general, sin embrago, otros ocho institutos de investigación- considerados independientes- afirman que el ganador es Jokowi.

Después de 10 años en la presidencia de Susilo Bambang Yudhoyono- cracterizados por casos de corrupción, tensiones iinterconfesionales, inmovilismo social- el país pide un decisivo cambio; muchos ven en Jokowi un posible líder alternativo en el poder constituido y libre de los juegos de Palacio. Por otro lado, Subianto es considerado como un hombre del aparato y cerca de las lobby y de la franja islamista, que pero puede contar sobre un buen sostén de base.

Mientras tanto empiezan a salir los primeros casos de posibles fraudes en las sedes electorales, que podría resultar decisivo en vista del suceso final y que son fuente de tensión entre las dos formaciones, que ya se acusan de fraudes y manumisiones. Uno de estos proviene de la regencia de Tangerang, donde Subianto se habría adjudicado el suceso en el colegio electoral, gracias a un golpe de mano en el voto: de hecho, en vez de tener "014" votos, como surgió en el primer conteo, una "mano anónima" después de las elecciones llevó los votos a "814". "¿Qué sucedió?" se preguntan en el comité Jokowi- Kalla, que piden la intervención de la Agencia a cargo del control sobre los votos.

En este contexto de tensiones, anuncios de victoria y recíprocos intercambios de acusaciones entre los dos frentes, la Iglesia indonesia interviene con una lectura oficial subscrita por la Conferencia episcopal indonesia (Kwi) y por el Sínodo de las iglesias protestantes indonesias (Pgi). Los primeros firmatarios son el presidente Kwi, Ignatius Suharyo, actual arzobispo de Yakarta y el homólogo Pgi, el pastor Andreas Yewangoe. Los líderes cristianos están preocupados por una posible escalada de tensión y por un potencial conflicto social entre la gente.

Por esto los vértices católicos y protestantes lanzan un pedido conjunto, en el cual invitan a la población a "permanecer en calma" y a no hacerse aferra por "la euforia" por posibles anuncios de "victoria" que siguen con "festejos en las plazas". Por el momento, recuerdan, "no hay todavía un candidato ganador" y no es tiempo de festejos, porque hay que esperar "los resultados oficiales de la Comisión electoral", mientras tanto ellos invitan a los "hermanos cristianos y católicos" de ambas formaciones a no caer en las provocaciones o hacerse responsables de violencias. Obispos y pastores invitan a la comunidad a "preservar los valores del amor y de la democracia", evitando de cambiarlos por intereses políticos o por un mero interés personal. Por último, ellos renuevan el pedido a evitar fraudes y manumisiones en las sedes electorales, para que el próximo presidente y su vice puedan realmente ser el fruto del deseo expresado por el pueblo.