Tel Aviv, dos muertos en un atentado a locales nocturnos. Temor por las inminentes festividades

Un palestino de 29 años abrió fuego en una calle repleta de locales nocturnos, hiriendo a 12 personas. La policía lo mató tras una persecución que fue difundida en las redes sociales y en los medios de comunicación. Hamás y la Yihad Islámica aplaudieron el ataque; condena de la Autoridad Palestina. Alerta máxima en Jerusalén. Líder cristiano: fue obra de "lobos solitarios", cuya matriz es "incierta".

Jerusalén (AsiaNews) - Durante el Ramadán, el mes sagrado de ayuno y oración islámico, se producen "episodios de violencia" a menudo relacionados con "individuos que quieren convertirse en mártires" y se inmolan por la causa "incitando y fomentando la violencia". Sobhy Makhoul, miembro de la Iglesia maronita de Jerusalén y administrador del Christian Media Center, observa con preocupación la reciente escalada de atentados en Israel. Se debe a "gestos aislados, iniciativas individuales", observa. Al menos por el momento, dice, "no se trata de hechos dramáticos a gran escala con una dirección organizada, sino de ataques solitarios que no parecen planificados de antemano".

Anoche, las fuerzas de seguridad israelíes mataron a un palestino que previamente había asesinado a dos personas y herido a otras 12 al abrir fuego cerca de un bar de Tel Aviv. El lugar del atentado fue Disengoff, una calle muy concurrida y el corazón de la vida nocturna de la capital económica y comercial de Israel, repleta de clubes y restaurantes. Tras el atentado, Raad Hazem, de 29 años, originario de Yenín y, según algunas fuentes, afiliado a las Brigadas de los Mártires de Al Aqsa (Fatah), huyó, pero fue bloqueado y "neutralizado" en Jaffa.

Las imágenes del atentado fueron difundidas en las redes sociales. Muestran un clima de tensión y terror en una noche que debía ser de celebración por el inicio del fin de semana. Las víctimas son dos jóvenes, amigos de la infancia, Eytam Magini y Tomer Morad, ambos de Kfar Saba. Por el momento, la acción no ha sido reivindicada oficialmente por ningún grupo armado, pero Hamás y la Yihad Islámica aplaudieron el gesto, al que definieron como "heroico" y un "claro mensaje a la ocupación de que debe detener sus incursiones en la mezquita de Al Aqsa". Por su parte, el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas, condenó los atentados y afirmó que “la muerte de civiles palestinos e israelíes solo conduce a un mayor deterioro de la situación”.

El ataque de ayer constituye el último episodio de un largo reguero de sangre que ha golpeado recientemente a Israel. La semana pasada, un palestino abrió fuego en el suburbio judío ultraortodoxo de Bnei Brak, cerca de Tel Aviv. Pocos días antes, dos policías fueron asesinados por un joven franco-israelí en Hadera, en un atentado posteriormente reivindicado por el Estado Islámico (EI, ex ISIS). El 22 de marzo, cuatro israelíes murieron en Beersheva, en el Néguev.

"Lo preocupante de los últimos acontecimientos es que sus protagonistas son árabes israelíes y la inspiración proviene de movimientos yihadistas, como el Estado Islámico, que quieren golpear el corazón de Israel”, subraya Sobhy Makhoul. “Hasta ahora, parecen ser lobos solitarios, individuos, y no está claro si hay una dirección organizada y un movimiento mayor detrás de ellos". Tanto los Israelíes como los palestinos "están interesados en mantener la calma", prosigue el líder cristiano, sobre todo porque se avecinan las celebraciones relacionadas con las festividades religiosas. A ello se suma un despliegue policial masivo, hasta el punto de que hoy "hay al menos 3.000 agentes patrullando los ingresos a Jerusalén y no se sabe si se permitirá la entrada a la Explanada de las Mezquitas para la oración del viernes". “Esta mañana, todos los accesos estaban cerrados”, agrega.

Uno de los motivos que generan incertidumbre, subraya, es "la situación política en Israel": el Gobierno ha perdido la mayoría en el Parlamento y "no se sabe qué va a pasar". Hay una coalición frágil, que abarca desde la derecha religiosa hasta la izquierda. El ex primer ministro Benjamin Netanyahu no es el único que se beneficia de ello o desea su caída, porque incluso dentro de su propio partido hay otras figuras que aspiran al "poder". Se acerca la Semana Santa, y esperamos que "traiga un poco de tranquilidad: estamos asistiendo a un atasco de fiestas, pero se esperan pocos peregrinos, también por cuestiones de seguridad". El aspecto positivo es que los servicios estarán abiertos porque se han levantado las restricciones relacionadas con el Covid-19. La gente tiene ganas de participar, a pesar de las tensiones".