Tejgaon: Sor Mary Lillian y el negocio de las artesanías, que ayuda a miles de pobres (Fotos)

de Sumon Corraya

El taller se llama “Jagorani Handicraft Centre”. La fundadora comenzó a trabajar con mujeres pobres en 1968. El centro brinda trabajo a 3.000 personas, en su mayor parte no-cristianos. Los productos incluso son exportados al exterior. “Las mujeres independientes marcan la diferencia en una familia”.

Daca (AsiaNews) – Hay un centro de artesanías que ayuda a miles de mujeres y hombres pobres, para poder sobrevivir. Se trata del “Jagorani Handicraft Centre”, situado en Tejgaon, un barrio de Daca cuya población es mayormente católica. La iniciativa nace en 1971 por obra de Sor Mary Lilian, de 88 años, de las Monjas misioneras de María Reina de los Apóstoles. La religiosa explica a AsiaNews que al día siguiente de la guerra de independencia combatida contra Pakistán, en Bangladés había “muchas personas que estaban sin trabajo, y tenían extrema necesidad de comida. A raíz de eso, entendí que era necesario hacer algo por esos pobres, e involucrarlos en primera persona”.

En 1968 sor Mary Lillian comienza a trabajar con tres mujeres con discapacidades físicas y dificultades de expresión. Luego de la guerra, recuerda, “el Corr-Jw, asociación afiliada a Caritas, nos ayudó a organizar los cursos. Nosotras mismas nos encargamos del dictado de las clases y luego fuimos a enseñar a los pueblos más remotos”.

En un inicio surgido como centro de rehabilitación para la población local, el “Jagorani Handicraft Centre” (“Jagorani” significa consciencia) comienza a difundirse velozmente y para los años ’80 ya hay 6.000 artesanos participando en el proyecto. Actualmente, el taller-tienda brinda trabajo a más de 3.000 personas, en su mayoría de credo no-cristiano. El centro produce objetos artesanales, como estatuillas de terracota, productos de yute, cestas entretejidas, velas, anillos, aretes, bolsos, cuadros pintados a mano, alfombras, bandejas de madera y prendas de vestir típicas de la moda asiática.

La monja cuenta que “son muchos los que han derrotado la pobreza gracias a la formación recibida en el centro, que no sólo ofrece cursos, sino que también ayuda a los productores a vender el fruto de su trabajo”. Además, en comparación con el pasado, “cuando el mercado del yute no era tan floreciente”, hoy nos encontramos en un contexto económico más favorable. Hay varios artesanos que llevan los artículos que fabrican con sus manos a Daca, y luego otras monjas y yo vamos a venderlos a los mercados locales”.

Los productos también son exportados, y vendidos en el exterior, en los países industrializados. El centro de Tejgaon, informa sor Mary Lillian “era muy frecuentado por turistas extranjeros antes de que se produjera el atentado en el bar de Daca, en julio de 2016. Luego de ese episodio, lamentablemente las visitas disminuyeron, por motivos de seguridad”.

Gracias a la venta de sus productos –continúa la hermana-, “son muchas las mujeres que han transformado su vida”. Es el caso de Sumi Begum, musulmana. “Con mi trabajo –afirma- doy una mano a mi marido, que es un trabajador ocasional. Logro enviar a la escuela a mis dos hijos y vivimos una existencia feliz”. Basunti Costa también debe mucho a la formación recibida de las hermanas: pudo lograr que sus hijos estudien, y hoy, uno de ellos es docente universitario. “Sin la ayuda del centro, jamás hubiera podido lograrlo” afirma, con gratitud. “creo que si las mujeres lograr ser independientes –concluye sor Mary-, ellas pueden marcar la diferencia en su familia. Yo trato de hacer lo mismo en mi vida, con esta pequeña labor para la sociedad”.