Teherán interviene en el conflicto entre Armenia y Azerbaiyán

de Vladimir Rozanskij

Si no se definen las fronteras entre los dos países caucásicos, Irán podría quedar separada de Armenia. No cesan las tensiones entre Ereván y Bakú, entre Teherán y los "contingentes de paz" rusos y turcos. El intento desesperado de Zarif por salvar a Rouhani.

Moscú (AsiaNews) - La crisis fronteriza entre Armenia y Azerbaiyán preocupa a Teherán. Mohammad Javar Zarif, el ministro de Relaciones Exteriores iraní, visitó Bakú el 25 de mayo y al día siguiente se desplazó a Ereván para tratar la cuestión del desacuerdo sobre la demarcación de fronteras próximas a Irán. Este hecho podría ser una fuente continua de problemas, que obligaría a modificar también las líneas fronterizas de la República Islámica.

Zarif ya había visitado los dos países en enero de 2021, durante una gira que incluyó las capitales de los otros dos grandes actores implicados: Moscú, Ankara, y la capital georgiana, Tiflis. En esa ocasión, Zarif había pedido a todas las partes una revisión del acuerdo de paz del 9 de noviembre de 2020 -al término de los enfrentamientos de Nagorno Karabaj- que también tuviera en cuenta los intereses de Irán. El ministro había descrito la victoria azerbaiyana como "el comienzo de unas relaciones pacíficas y normales entre todos los países de la región".

Sin embargo, los problemas de fronteras están contradiciendo estos pronósticos optimistas. Del lado armenio, hay quejas por las continuas intrusiones de las fuerzas armadas azerbaiyanas en su territorio para corregir las fronteras de la región de Syunik, cerca del Mar Negro. Según informó ayer Nezavisimaja Gazeta, el primer ministro armenio, Nikol Pashinián, calificó las acciones de Bakú como un "atentado contra el territorio de Armenia" y pidió la ayuda militar de Rusia.

En Teherán no cesa la preocupación por estos incidentes. El presidente de la Comisión Parlamentaria de Política Exterior, Mojtaba Zannour, dijo que Irán no aceptará ninguna modificación de sus fronteras en la región afectada, y mucho menos admitirá la presencia de fuerzas militares aún cuando éstas se hagan pasar por "contingentes de paz". Los ministros de Relaciones Exteriores de Irán y Turquía han mantenido contactos telefónicos sobre este asunto, que será tratado en una próxima reunión entre el presidente azerí Ilham Aliev y el presidente turco Erdogan.

Durante una entrevista con Nezavisimaja Gazeta, Aleksandr Knjazev, ruso, y experto en Oriente Medio, recordó que "el 18 de junio se celebrarán elecciones presidenciales en Irán, y el actual presidente Hassan Rouhani deberá dejar su puesto, junto con todo su equipo, incluido Zarif. Es probable que en su lugar asuma un grupo de líderes mucho más conservadores". Knjazev y otros especialistas en el tema piensan que Zarif intenta desesperadamente recomponer el consenso, ya que la política exterior ha sido uno de los puntos más críticos del doble mandato de Rouhani, quien no ha conseguido levantar las sanciones occidentales, a pesar de los acuerdos nucleares.

La visita de Zarif difícilmente permita a Irán imponerse como el "tercer guardián" del Cáucaso, con Rusia y Turquía, como pretenden los conservadores. Según Knjazev, "hoy en día, los iraníes miran con cierta desconfianza a los hermanos islámicos de Azerbaiyán: tienen demasiados lazos con Turquía, y esto podría fomentar una presencia militar turca en la región del Mar Caspio, algo que no agradaría en absoluto a Teherán. Además, los azeríes son demasiado solícitos a la hora de colaborar con los israelíes".

Por el contrario, Irán tiene menos problemas con los armenios, y su deseo es mantener la frontera actual con ellos, en lugar de ampliar el lado azerbaiyano con el llamado "corredor de Zangezur", que básicamente separaría a Irán de Armenia. Las partes continúan haciendo declaraciones muy contradictorias al respecto. Será un tema a discutir a futuro.