Taungngu, 20.000 católicos reunidos, en ocasión de los 150 años del PIME en Myanmar (Fotos)
Los festejos, que se prolongaron por dos días, culminaron con una misa jubilar solemne. Desde la aldea de LaikThoo, en 1868 se inició la obra de evangelización de los misioneros. Su acción se desarrolló entre los grupos más lejanos y abandonados: las tribus de las regiones orientales. El PIME ha contribuido a la fundación de la Iglesia local con seis diócesis: Taunggyi, Toungoo, Kengtung, Lashio, Loikaw y Pekhon.
Taungngu (AsiaNews) – La participación de cerca de 20.000 católicos en las solemnes celebraciones por el 150mo aniversario de la llegada de los primeros misioneros del Pontificio Instituto de Misiones en el Entrajero (PIME) a Birmania Oriental, testimonia el vivo recuerdo y la gran devoción que guardan los grupos étnicos por los sacerdotes del Instituto milanés. Los días 7 y 8 de abril, la Iglesia de Taungngu -primera diócesis fundada por los misioneros del PIME- fue sede de los festejos en ocasión de esta fecha. Los preparativos para la fiesta han llevado tiempo y han requerido un gran trabajo de parte de todas las diócesis donde han servido los misioneros del PIME, porque para los católicos del lugar, las ocasiones de este tipo representan un importante momento de agregación y unidad. Éstas alimentan un fuerte sentido de pertenencia a la comunidad católica en las poblaciones tribales.
Enviados por la Santa Sede para evangelizar la región, en 1867, los primeros misioneros del Instituto (los padres Tancredi Conti, Sebastiano Carbone y Rocco Tornatore) llegaron a Toungoo, sobre el río Sittang, guiados por el prefecto apostólico, Eugenio Biffi. Taungngu era la última ciudad hacia oriente que estaba bajo un gobernador inglés. Más allá del río, se extendía el vasto territorio montañoso y forestal, donde vivían tribus que siempre estaban en guerra unas con otras, y que eran gobernadas por reyes indígenas (saboà). Estos pueblos, de etnias shan, karen, kayan, eran despreciados tanto por los birmanos como por los ingleses, porque los consideraban “salvajes”. Desde la aldea de LaikThoo, situada en un valle entre las montañas del Estado de Kayim, en 1868 se inició la obra de evangelización de los misioneros del PIME.
Para celebrar su 150mo aniversario, el superior general del Instituto, el Pbro. Ferruccio Brambillasca, y el superior delegado de Tailandia y Myanmar, el Pbro. Maurizio Arioldi, llegaron a LaikThoo en la mañana del 7 de abril pasado (foto). Ellos fueron cálidamente recibidos por Mons. Isaac Danu, obispo de Taungngu, y por el Card. Charles Maung Bo, arzobispo de Rangún y primer purpurado de la historia del país. Junto a ellos, estuvieron presentes otros siete prelados provenientes de todo el Myanmar, y miles de fieles que acudieron para la ocasión. La delegación luego se dirigió al cementerio de la aldea (foto), donde descansan algunos de los primeros miembros del PIME, entre ellos, los obispos Tornatore y Vittorio Emanuele Sagrada. Tras bendecir el lugar de la sepultura, los pastores celebraron una misa en sufragio de todos los misioneros, en la cual participaron 20.000 católicos locales, 200 sacerdotes y numerosas religiosas.
Al término de la función, tuvo lugar una procesión que condujo a la multitud hasta la nueva capilla eucarística de la parroquia, ubicada a unos tres kilómetros del cementerio, río abajo, y donde los fieles pueden rezar a cualquier hora del día y de la noche. Los presentes luego disfrutaron de un gran almuerzo, símbolo de la hospitalidad de las poblaciones locales. Con la comida, se dio inicio a la fiesta, que estuvo animada por muchos jóvenes y por las danzas tradicionales de varios grupos tribales con los cuales los misioneros han trabajado, poniendo por escrito sus lenguas y preservando el patrimonio cultural propio. Por la tarde, la delegación del PIME, el Card. Bo y los obispos presenciaron la inauguración y la bendición de un monumento que la diócesis dedicó a los misioneros del Instituto (fotos).
Al día siguiente, a las 7.00 de la mañana tuvo lugar la solemne misa jubilar, que fue el culmen y cierre de los festejos (fotos). Con una duración de tres horas y media y celebrada en latín, la función fue seguida con particular recogimiento y compostura por parte de los fieles, que participaron en los cantos gregorianos entonados por los sacerdotes. Durante la misa, la Iglesia birmana también se llenó de alegría con cuatro ordenaciones sacerdotales.
Al ser entrevistado por AsiaNews, un misionero local comparte la emoción vivida durante los dos días de fiesta: “Ha sido un evento único, muy sentido por la comunidad católica. El último misionero del PIME, el Pbro. Paolo Noè, murió en 2007, pero es conmovedor ver que estas poblaciones aún conservan el recuerdo de cuantos trajeron la fe y les brindaron dignidad y valentía. Es grande la devoción que ellos aún conservan por los padres y misioneros. Este aniversario es la demostración de ello”.
El PIME ha dado una firme contribución para la fundación de la Iglesia local. Son seis las diócesis creadas por los misioneros del Instituto: Taunggyi (arquidiócesis), Toungoo, Kengtung, Lashio, Loikaw y Pekhon. La presencia del PIME en Myanmar ha atravesado algunas de las fases más críticas de la historia del país, como la expulsión, en 1966, de todos los religiosos extranjeros que habían llegado al país antes de su independencia, alcanzada en 1948, y la confiscación de los bienes eclesiásticos. En ese entonces, 29 misioneros decidieron permanecer, quedándose en el lugar hasta la muerte. Entre ellos, se cuenta el testimonio del Pbro. Clemente Vismara, que fue proclamado beato en 2011. Él fue elevado al honor de los altares, al igual que los presbíteros Paolo Manna y Mario Vergara, uno de los cinco mártires del PIME asesinados en Birmania entre 1950 y 1953, y beatificado en el 2014 junto a Isidoro Ngei Ko Lat, el primer mártir de la Iglesia de Myanmar. Por otro lado, aún sigue en curso el proceso de beatificación del hermano Felice Tantardini.
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