Sínodo: Papa, es tiempo de defender a la Iglesia del Gran acusador

En el discurso conclusivo del Sínodo sobre los jóvenes Francisco dijo que “nuestra Madre la Iglesia es santa” pero los hijos “somos todos pecadores”. Las “acusaciones continuas” son “persecución”. “Somos nosotros” los primeros destinatarios del Documento final. El Card. Sako: “No se olviden de los cristianos de Oriente”.

Ciudad del Vaticano (AsiaNews)- La Madre Iglesia es santa, pero lo hijos “somos todos pecadores” y “a causa de nuestros pecados, siempre el Gran Acusador” aprovecha y gira por la tierra tratando de acusar. Con una exhortación a “defender a la Iglesia”, el Papa Francisco cerró, ayer por la noche el Sínodo de los obispos sobre los jóvenes, que se había iniciado el 3 de octubre.

Ante todo, el Papa dijo que el Sínodo no es un Parlamento. “Es un espacio protegido para que el Espíritu Santo pueda actuar” y por esto, sostuvo, las informaciones que se dan son generales y no “las cosas más particulares”. Y “el resultado del Sínodo no es un documento”. “Estamos llenos de documento” y “no sé si este documento afuera hará algo” pero “sé que debe hacer en nosotros, debe trabajar en nosotros”. “Ahora el Espíritu nos da a nosotros el documento para que trabaje en nuestro corazón. Somos nosotros los destinatarios del documento. No la gente de afuera. Y que este documento trabaje y recemos con el documento, estudiarlo, pedir luz, algo más...pero es para nosotros principalmente este documento. Sí, ayudará a tantos otros, pero los primeros destinatarios somos nosotros: está el Espíritu que hizo todo esto y vuelve a nosotros. No lo olvidemos, por favor”.

Luego el Papa habló de la santidad de la iglesia, que debe ser defendida. “Nuestra Madre es santa” pero los hijos “somos todos pecadores” y “a causa de nuestros pecados, siempre el Gran Acusador” aprovecha y da vueltas por la tierra tratando de acusar. “En este momento nos está acusando fuertemente y esta acusación se convierte en persecución”, afirmó haciendo referencia a las persecuciones de los cristianos en varias partes del mundo. Pero se convierte también en otro tipo de persecución: “acusaciones continuas para ensuciar a la Iglesia”. “Y a la Iglesia no se la debe ensuciar: a los hijos sí, porque somos todos sucios; pero la Madre no. Y por esto es el momento de defender a la Madre: es a la Madre a la que se debe defender del Gran Acusador con la oración y la penitencia. Por esto he pedido, que en este mes que termina dentro de pocos días, rezar el Rosario, rezar a S. Miguel Arcángel, rezar a la Virgen para que cubra siempre a la Madre Iglesia. Continuemos haciéndolo. Es un momento difícil, porque el Acusador a través de nosotros ataca a la Madre y a la Madre no se la toca. Esto quería decirlo desde el corazón al final del Sínodo”.

Antes del Papa, intervinieron el Card. Louis Raphael Sako, presidente dialogado en el Sínodo y el Card. Lorenzo Baldisseri, secretario general del Sínodo de los obispos. Expresando gratitud por esta asamblea sinodal, el Card. Sako recordó que millones de fieles rezan cada día por el Papa y recordó un proverbio árabe que dice: “El árbol que da fruto es atacado con piedras”. “Vaya adelante con coraje y confianza”, prosiguió el cardenal Sako. La barca de Pedro, no obstante las olas, permanece sólida porque Jesús “no la abandonará jamás”. Por lo tanto, el pedido para construir una sociedad más fraterna y a “no olvidar a los cristianos de Oriente” porque “si Oriente está vacío de cristianos del cristianismo quedarán sin raíces”. Entonces necesita de apoyo y cercanía “hasta que la tormenta pase”.

En su saludo conclusivo, el Card. Baldisseri quiso agradecer al Papa por su cercanía y a los jóvenes que, con su presencia y su entusiasmo, en estos días han permitido manifestar “el rostro bello, luminoso y plural de la Iglesia presente en todos los continentes”.