Syntag, la solidaridad de los católicos que asisten a los inundados

de Mathias Hariyadi

Hay decenas de casas inundadas en seis distritos de la diócesis. Más de 245 hectáreas de campos de cultivo quedaron bajo el agua. Son 54.000 las personas afectadas, hay 12.000 evacuados y 11 iglesias quedaron completamente inaccesibles. El obispo Samuel Oton Sidin llama a realizar colectas y envío de artículos para responder a la emergencia. El presidente Jokowi habló de lluvias "extremas".

Yakarta (AsiaNews) - Ya han pasado tres semanas y aún no remite la emergencia provocada por las fuertes inundaciones en la diócesis de Sintang, en Kalimantan Occidental. Todavía hay zonas enteras bajo el agua. En ciertos lugares, como los distritos de Sintang y Kapuas Hulu, el nivel del agua alcanzó los dos metros, y Melawi también se vio afectado. Según un informe de Cáritas nacional, al menos 24 subdistritos se han visto afectados desde que empezaron las inundaciones el 21 de octubre. Las fuertes lluvias continúan y dificultan la distribución de ayuda a las familias más afectadas.

En diálogo con AsiaNews, un feligrés de la catedral de Sintang, Victor Emanuel, hace un balance de la emergencia: decenas de casas inundadas en seis distritos de la diócesis; más de 245 hectáreas de campos cultivados sumergidos; casi 54.000 personas afectadas de diversas maneras por las enormes inundaciones; 12.000 evacuados, 13.000 alumnos sin poder ir a la escuela y 11 iglesias inaccesibles, bajo el agua.

Según explica el profesor de la Universidad de Sintang Kapuas, la situación actual recuerda a las devastadoras inundaciones de 1963, tanto por el número de zonas afectadas como por la magnitud de los daños. Para responder a la emergencia, varias congregaciones religiosas y grupos de laicos de la arquidiócesis de Pontianak lanzaron una colecta y distribución de ayuda humanitaria. La semana pasada, el arzobispo Agustinus Agus supervisó personalmente el envío de varios camiones con artículos de primera necesidad.

Desde el corazón de la emergencia, el obispo de Sintang, mons. Samuel Oton Sidin hizo un llamamiento a toda la comunidad católica indonesia para que colabore a fin de ayudar a miles de personas damnificadas. Sus palabras fueron inmediatamente secundadas por la Hermana Kresentia Yati, de la Congregación de las Hermanas Franciscanas de San Antonio en Pontianak, que promovió una colecta de alimentos entre los donantes locales, para ser enviados a las personas afectadas. Los camiones alquilados tienen que viajar más de 10 horas para llegar a destino, a menudo en condiciones muy difíciles, y luego continuar en lanchas para llegar a las zonas más remotas e inaccesibles. Otro instituto religioso (las Hermanas de la Caridad de Santa Juana Antida Thouret) abrió sus puertas para alojar a los evacuados y dar un techo bajo el que cobijarse.

En los últimos días, el presidente Joko "Jokowi" Widodo también intervino para referirse a la crisis desatada por las inundaciones. Afirmó que uno de los problemas son los embalses de la zona. Anunció un amplio programa de reforestación río arriba, para absorber el exceso de agua. El Jefe de Estado subrayó que las condiciones meteorológicas excepcionales con lluvias "extremas", unidas a una situación crítica en la zona, a nivel del ecosistema medioambiental, han favorecido la emergencia actual.