Sri Lanka: la historia de Nirmala, la Cuaresma que hace capaz de perdonar
Colombo (AsiaNews) - Nirmala Indrani es una mujer católica de 56 años, madre de dos hijos (un varón y una mujer), fieles de una parroquia perteneciente a la Arquidiócesis de Colombo. Ha querido compartir su experiencia de la Cuaresma, que llama "una verdadera conversión interior". Nirmala era empleada en una hacienda y una buena madre para sus hijos, y una buena esposa. He aquí su testimonio.
"Yo crie a mis hijos sin la atención y el apoyo de mi amado esposo porque él nos dejó en 2004 debido a una enfermedad repentina. Él también (como yo) era un converso budista que vivió una buena vida en la fe en Dios y era un buen marido y un buen padre para mis hijos".
"He hecho muchos sacrificios para dar una buena educación a mis hijos y criarlos y enseñarles una justa moral y los buenos valores. Pero de repente una nube oscura y malestar ha caído sobre nosotros. Ha destruido nuestro amor de la familia y de nuestra unidad. Inmediatamente después de la prematura muerte de mi marido, uno de mis hijos me ha informado de su historia de amor con una chica budista que vivía en el pueblo de un distrito lejano. Además, era de una familia pobre. Me negaba a aprobarlo, y yo le dije que no podía tomar ninguna decisión sobre este informe hasta que diera mi consentimiento".
A partir de ese momento, Nirmala presiona constantemente al hijo, advirtiéndole de la toma de decisiones estúpidas. Pero después de un año, una mañana, tan pronto como el hijo sale a la oficina, algo dentro de sí hace que fuera de la habitación del hijo, donde en una mesa encuentra una carta de despedida.
"Tuve un gran shock. Yo no sabía qué pensar. Mi hijo me escribió que iba a comenzar una vida con esa chica y que se casaría con ella sólo ante el Estado. Me sentí ardiendo en todas partes, como si estuviera a punto de morir. Me sentí como si a partir de ese día perdía a mi hijo para siempre. Pensé en cómo podía enfrentarme a mi hija, cómo iba a advertirle del hecho. Tenía tantas preguntas que me parecía haber perdido todo. Sentí que Dios me había abandonado".
"Traté de llamar a mi hijo por teléfono para pedirle volver atrás y hablar conmigo. Pero durante dos días el teléfono estuvo apagado. Más tarde, a pesar de que estaba en servicio él no contestaba. Después de haber intentado varias veces ponerse en contacto con él por teléfono me di por vencida, y traté de vivir con el dolor insoportable. Durante unos cinco años no hemos tenido ningún contacto. En diciembre pasado, sin embargo, mi hijo me llamó para darme la buena noticia del nacimiento de su pequeña hija. En ese momento me uní a ellos para ver al niño y algo dentro de mí que me impulsó a perdonarlos y aceptarlos".
"Hace unos seis años yo era una mujer muy dura. Aunque llevado una buena vida, no podía entender el verdadero significado de la Cuaresma o lo que Jesús nos pide que hagamos durante este tiempo. Seguí el camino de la cruz, recité las horas, haciendo la meditación... pero realicé estas actividades espirituales por hacerlas. Sólo este año, he entendido lo que significa la Cuaresma. Después de participar en las actividades organizadas por la parroquia en estos 40 días especiales, cambié mi actitud y mis ideas. Yo perdoné a mi hijo y me prometí a Jesús a dar todo su apoyo a su familia".
"Aceptar mi hijo y su familia, que había rechazado por completo, fue un paso audaz para mí. Ellos se habían comportado en forma desobediente por mi terquedad. Quería pedirle a mi hijo y mi nuera a volver a nuestra casa. Hice esta petición en la segunda semana de Cuaresma. Ahora, ellos y su pequeña hija acordaron volver y quedarse con nosotros desde el Domingo de Pascua. Una vez que han aceptado mi perdón y mi bendición
