09/12/2013, 00.00
SRI LANKA
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Sri Lanka: en el día de la Inmaculada, las hermanas salvadorianas celebran 125 años de servicio

de Melani Manel Perera
Entrevista a la hermana Dulice Fernando sds, superiora provincial de la Hermanas del Divino Salvador en Sri Lanka, que este año celebran también los 60 años de su presencia en el País asiático. Educación, asistencia sanitaria y pastoral son las misiones principales de la congregación, que en la ex isla de Ceilán, se dedica a sostener a las víctimas de guerra.

 

 

Colombo (AsiaNews)- Enfermeras, enseñantes, administradoras escolásticas y catequistas: son sólo algunos de los tantos "roles" a través de los cuales la hermanas del Divino Salvador prestan servicio en Sri Lanka y en el mundo. Ayer, día de la Inmaculada Concepción, la congregación ha celebrado los 125 años de su fundación y los 60 años de la llegada de las primeras hermanas salvadorianas a la ex isla de Ceilán. AsiaNews habló de este importante paso con la hermana Dulice Fernando sds, superiora provincial en Sri Lanka. La congregación nació el 8 de diciembre de 1888 por deseo de la baronesa Therese von Wüllenweber, bajo la guía de Johann Baptist Jordan, fundador de los salvadorianos. La religiosa tomó el nombre de María de los Apóstoles y el 13 de octubre de 1968 fue beatificada por PabloVI. Seguimos con la entrevista con la hermana Dulice (traducción curada por AsiaNews).

¿Cuál es el tema de este 125 aniversario y cómo se siente al respecto?

El tema es "Alabémoslo por Su bondad". Tengo el corazón agradecido y lleno de alegría, me siento privilegiada de poder guiar a las otras hermanas salvadorianas de Sri Lanka en este evento. Debo dar gracias a Dios omnipotente antes que nada, luego a Edmund Pieris, obispo de Chilaw, que el 24 de febrero invitó a las hermanas del Divino Salvador a traer el acrisma y el espíritu de la congregación a estas tierras. Este aniversario es especial, por qué celebra también los 60 años de nuestra presencia en Sri Lanka: es un buen momento para recordar nuestros inicios y reflexionar sobre una renovación.

¿Cuántas hermanas hay en la congregación y en cuántas diócesis trabajan prestando servicio?

Somos 65 hermanas y servimos en las diócesis de Chlilaw, Colombo, Kandy, Mannar, Kurunegala y Badulla. Nuestro carisma es hacer conocer al único Dios y a Jesús el salvador en todos los modos y con todo medio posible. Así prestamos servicio como docentes, administradoras y catequistas. Desarrollamos actividades pastorales para ancianos y niños, mujeres y migrantes. Además, nos ocupamos del tráfico humano femenino y de los abusos a los menores. Por ejemplo, en Makandura, Ambanpola, Wijekatupotha y Bamunawela (diócesis de Kurunegala), tenemos casas de curaciones, mientra que en Ampitiya hay un centro de formación.

¿Cuáles son vuestras actividades principales?

Además de nuestro apostolado tradicional-asistencia sanitaria, enseñanza, pastoral en las parroquias-, trabajamos en el desarrollo y la integración de mujeres migrantes, familias separadas, víctimas de guerra y niños emarginados por la sociedad. Tratamos luego de ofrecer tiempo y energía a cuestiones de paz y justicia, trabajando con otras congregaciones y organizaciones. Algunas hermanas enseñan en escuelas públicas y privadas, otras trabajan en clínicas, orfelinatos y hospicios.

¿Cuáles son los desafíos que la congregación ha enfrentado en estos 125 años, en el mundo y en Sri Lanka?

Como congregación internacional, hemos encontrado muchos desafíos ligadas a la misión, a cuestiones económicas y de pertenencia. Hablando de misión, nuestras hermanas trabajan principalmente con los pobres y emarginados. Son sostenidos por otras hermanas en Europa y en los EEUU. Por el momento hemos enfrentado la crisis económica. Nuestro institutos-escuelas, hospitales y casas para ancianos-han debido cerrar o suspender las actividades en modo temporáneo a causa de los costos demasiado alto. Sobre todo en Europa que tuvimos que renunciar a gran parte de nuestras estructuras. Nos encontramos frente a una pérdida de vocaciones.

Durante las calamidades naturales (tsunami, ciclón) estuvimos siempre presente, sosteniendo las poblaciones con actividades con actividades de vario tipo. También durante la reciente guerra civil nos ocupamos en varios lugares. El resultado de esto son: una casa para niños, que hoy hospeda a 20 muchachas entre 6 y 14 años, de las cuales nos ocupamos. Además ayudamos a las familias. En particular a las viudas de guerra. 

Y, ¿en cuánto a los resultados obtenidos?

Hemos tratado de dar una instrucción más profesional y variada a nuestras hermanas , en campo teológico y social. Algunas recubren posiciones de líderes y saben responder a los signos de los tiempos. Tenemos también en programa algunos grupos de estudio para discutir nuestros planes para el futuro.

Después de la guerra, ¿cómo han ayudado a la población?

Durante el conflicto nuestras hermanas fueron a menudo a visitar a la gente y a confortarla en muchos modos. No estaban asustadas, y aún en las fases finales de la guerra algunas de nosotras fueron a Vavunia a ofrecer sus servicios a la población local. Dada la situación en la cual se encontraban muchos niños, hemos decidido abrir un hostal para ellos. Muchos han vivido con nosotras, y cuando llegó el momento de crear una familia, los hemos alentado.

Ahora nos ocupamos de 18 niños, poniéndolos en contacto con sus padres para dales sostén y ayuda.

 

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