Sri Lanka: activistas, tamil y budistas juntos contra toda forma de tortura
Colombo (AsiaNews)- “La tortura pertenece a una sociedad esclavista. Es cruel, inhumana y no adapta a una sociedad libre. Para la población y el gobierno de Sri Lanka llegó el momento de unirse en una lucha común para abolir la tortura”. Es la declaración oficial de la organización Right Life Human Rights (R2LO) que el 26 de junio pasado participó a un encuentro organizado por el Comité investigador sobre las personas desaparecidas (Cid) para celebrar la Jornada mundial contra la tortura en Sri Lanka, teatro de una sangrienta guerra civil entre el gobierno y los rebeldes de los Tigres Tamil por más de 30 años.
El encuentro se desarrolló en el Centro para la sociedad y la religión en Colombo y es parte del programa: “Tribunal del pueblo en defensa de las víctimas de tortura”, creado por el Cid. Presente muchas víctimas y parientes de personas torturadas, algunas de las cuales desaparecidas bajo la custodia policial y jamás vueltas junto a sus familiares. Es el caso de un joven del distrito nord-oriental de Tricomalee. La madre cuenta su historia: “Mi hijo fue detenido por las fuerzas del orden el 27 de mayo de 2008. Nos dijeron que sería sometido sólo a una breve investigación, pero desde aquel momento no hemos tenido más violencias de él. No hemos tenido ninguna justicia. Hemos gastado tiempo y dinero para ir a Colombo en su búsqueda. Pero en vez de recibir informaciones, fuimos víctimas de molestias”.
Devi Amma, una mujer de etnia tamil, proveniente de una aldea del norte del país, cuenta que sufrió un tratamiento similar cuando fue a buscar a su hijo arrestado. “La policía, cuenta, nos dijo que deberíamos pagar por su liberación de mi hijo. Al final, después de varias dificultades, hemos alquilado un microbús y llegamos a Colombo, pero fuimos molestados y seguidos por otro automóvil…¿por qué sufrir tanto?”.
Otra mujer cuenta que en el año 2012 fue torturada por 4 días por la policía, que la había arrestado en precedencia también al marido y al hijo. Éste último jamás volvió. Igual destino el de un joven pescador de 32 años, acusado de tener conexiones con la criminalidad organizada murió sólo 2 meses después de su liberación, después de 14 años transcurridos en la cárcel.
Participó también en el encuentro, el Ven. Watareka Vijitha Thero (v. foto), un monje budista que contó los atroces sufrimientos sufridos en el año 2014. “dado que denunciaba las injusticias, la desaparición de personas inocentes y las condiciones de trabajo inhumanas, sufrí varias formas de tortura por parte de los guardias del ex presidente Mahinda Rajapaksa (derrotado en las elecciones de enero de 2015 por el desafiante Maithripala Sirisena, después de haber gobernado el país por 10 años en modo semi- dictatorial- ndr).
Pruebo vergüenza y profundo dolor en el contar lo que me ha sucedido. Los medios reportaban las fotos de mis torturas y cuando al final fui a la policía para hacer la denuncia, fui acusado de nuevo y torturado de nuevo. Dos policías, que me fueron asignados como escolta cuando era miembro del Concejo provincial, referían todo lo que hacía, dónde y cuándo”.
El monje reporta lo 21 episodios de tortura sufridos en el año 2014 y hace un pedido: “Debemos obrar juntos para frenar la brutalidad en este país. Os invito a todos, trabajemos juntos. Pidamos a las autoridades que hagan algo contra tales tratamientos inhumanos. Los asesinos de nuestros parientes aún trabajan en la policía y son impunes. El primer ministro y el presidente Sirisena no deben gobernar el país con estos criminales”.
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