Sri Lanka del Norte: un Via Crucis en los lugares de la masacre final de los Tamil
Unos 100 católicos de Colombo y Negombo fueron a Mullivaikal. En ese lugar en el año 2009 murieron al menos 40 mil civiles, encerrados en un tiroteo cruzado entre Tigres, el ejército y bajo las bombas de la Marina.
Colombo (AsiaNews)- Un Via Crucis en los lugares donde el ejército esrilanqués realizó una masacre final de los tamil, para no olvidar los sufrimientos y la actual situación de las víctimas de la guerra civil. Fue la iniciativa de un grupo de unos cien católicos provenientes de Colombo y Negombo que el 7 de abril fueron a Mulliviakl, en el norte de Sri Lanka. Aquí en el año 2009 en las fases finales del enfrentamiento entre las fuerzas gubernamentales y los rebeldes de los Tigres Tamil fueron heridos o asesinados más de 40 mil civiles. En esos lugares, llenos de significado y dolo, mujeres, niños y ancianos decidieron hacer los ejercicios espirituales de Cuaresma.
El Via Crucis fue guiado por el p. Jeewantha Pieris, que afirmó: “El sufrimiento de las víctimas de guerra no es un deseo de Dios. No fue culpa de mala suerte, de la muerte suerte o de otras razones. Este sufrimiento se abatió sobre ellos a causa de otro grupo de personas que las querrían oprimir por dinero o poder. Y ahora sus vidas están en el sufrimiento. Debemos rezar por ellos y trabajar juntos por su libertad”.
El recorrido de la procesión, efectuada ya sea en lengua tamil como también la singalesa y acompañada con cantos e himnos para recordar la pasión de Cristo, inició en el puente de Wattuwakkal que lleva a la laguna de Nandikadal. En las orillas de este delta cerca de 300 mil personas intentar encontrar refugio, dado que la zona fue declarada segura por las partes en lucha. Al contrario, miles de ellos encontraron, encerrados en el fuego cruzado y bajo las bombas hechas caer por la aviación.
El p. Jeewantha recuerda que los evacuados “escapaban hasta sin ropa. ¡Cuánto han sufrido para salvar sus vidas. Transcurrieron el entero mes de abril (2009) sin comida, remedios, tiendas. Las mujeres embarazadas eran obligadas a comer las hojas de los árboles y la arena recogida del suelo, con tal de hacer nacer a sus niños. Uno 70 abiti (personas) están sepultadas bajo el terreno que estamos pisando”
Durante la meditación, el sacerdote refirió que en “los días del asedio, en falta de remedios y terapias, muchas personas fueron obligadas a amputar las extremidades heridas para evitar las infecciones debidas a las enfermedades. También en el caso de los niños. Los padres fueron obligados a hacerlo, cuando no había otra alternativa.
Antes del Via Crucis, los católicos se encontraron con los sobrevivientes de la guerra civil y algunos grupos a los cuales últimamente la Marina restituyó sus propiedades, después de años transcurridos como evacuados o desplazados en los campos prófugos. Los católicos de la capital también decidieron volver a estos lugares el mes próximo, durante la festividad budista de Wesak Pohoya, para llevar solidaridad y apoyo a los Tamil y estar, otra vez más, más cerca de la pasión de Cristo”.