Sri Lanka, la odisea de Mauri: El amor de Jesús, en apoyo de mi tragedia
Colombo
(Asianews) - "¿Dónde está mi marido? ¿Por qué se llevaron preso? ¿Por qué
en nueve meses ni la policía ni las autoridades han sido capaces de responder a
mis preguntas?, ¿por qué nadie investiga?". Quien
habla a AsiaNews es Inoka Mauri, una
joven madre de Anuradhapura. Acompañada
por el Christian Solidarity Movement (Csm), el 02 de junio presentó dos denuncias ante la Human Rights Commission en Colombo, para solicitar la apertura de una investigación
sobre la desaparición de su marido, Madushke Haris de Silva. Secuestrado
por presuntos agentes sospechosos del cual no tiene más noticias.
El
2 de septiembre de 2013, el hombre vuelve del trabajo - un puesto de fruta -
junto con dos amigos, Kumar Janitha y Lakshman. De pronto, una
camioneta blanca les bloquea el paso. Se
bajan seis hombres que se presentan como agentes de la policía, con los ojos vendados
son atados y echados en el vehículo. En el camino, se les golpea. Trasladado
a un lugar desconocido, los seis "agentes "continúan los abusos de
los tres. Cuando
descubren que Janitha es un estudiante de la universidad deja de tocarlo.
A
la mañana siguiente, Janitha y Lakshman son liberados en un lugar no
especificado, con unas pocas rupias en la mano. Madushke, sin embargo, no está con ellos.
Antes,
los dos amigos han oído a su marido, dice Mauri, gritar toda la noche por la
paliza continua, hasta que alguien le suministro respiración artificial. Esto
es todo lo que se sabe acerca de la desaparición de Madushke.
En ese momento,
Mauri está embarazada de gemelos. Al
no ver a su marido volver para la cena trata de llamar por teléfono, y oyó a
alguien gritar, "cerrado". El teléfono sonará durante una
hora más. La
mujer fue a la comisaría para presentar una denuncia, pero los oficiales se
niegan a registrarlo porque el hermano mayor de Madushke ya ha presentado una.
"Sin
mi esposo estoy sola y desamparada - le dice a AsiaNews - pero a pesar de ser un buen budista, puedo decir con
orgullo que sólo el amor de Jesús sostiene mi vida hasta ahora".
Para
ayudarla en estos meses difíciles, de hecho, han estado las Hermanas de la
Sagrada Familia y un número de sacerdotes en la zona. "El
día que me enteré de que la hermana Deepa y la hermana Ramani venían de Colombo
a verme - dijo - me sentí de nuevo volver a la vida. Aunque mis monjes budistas
nunca estaban interesados en mí, hay gente de buen corazón que quiere cuidar
de mí".
"Sin
el amor de las Hermanas de la Sagrada Familia y los sacerdotes - admite - no sé
lo que habría hecho. Con ellos me di cuenta de lo fuerte que es el amor de
Jesús. Es un amor desconocido para mí, pero al mismo tiempo tan cerca".
02/05/2017 13:54
23/06/2016 13:10
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