Sri Lanka, arrestados un sacerdote católico y un activista por los derechos humanos
Colombo (AsiaNews)- Un sacerdote católico y un activista por los derechos humanos fueron arrestados ayer por la policía del Departamento anti-terrorismo (Tid) de Kilinochchi, en el norte de Sri Lanka. Ahora el p. Praveen omi, director del centro para la paz y la reconciliación (Cpr) de Jaffna, y Ruki Fernando, consejero especial del Centro para la documentación sobre los derechos humanos, se encontrarían en el Tid de Colombo, la capital. Las fuerzas del orden niegan la detención de ambos, pero el p. Ashok Sthepen omo, que trabaja con el p. Praveen, confirma a AsiaNews la noticia. Justamente el activista Ruki Fernando habría advertido a algunos amogis de sus arresto vía sms.
"Esta mañana- explica el p. Sahok, que también es abogado- me presenté con mis ornamentos y pregunté por el p. Praveen. Después de algunos minutos el oficial Walisundara me dijo que esa persona no estaba allí; me pidió que esperara y luego me han interrogado. Estaban más interesados por mí que en decirme dónde estaba el p. Praveen y Ruki Fernando. Han reafirmado que los dos estuviesen arrestados en Colombo. Si la situación no debiese cambiar, presentaré una denuncia en el tribunal.
Otra confirmación del estado de ellos y de su arresto llega de parte del p. Rohan Silva, provincial de los Oblatos de María Inmaculada en Colombo. Ayer por la noche, el sacerdote pudo hablar con el p. Praveen, que le confirmó que se encontraba en una comisaría de la policía de Kilinochchi. En el mensaje enviado a algunos amigos suyos, Ruki Fernando cuenta que fue interrogado separadamente del sacerdote.
Según fuentes locales de AsiaNews, los 2 católicos habrían sido arrestados por una decena de policías por haber visitado la zona de Darmapuran (Kilinochchi), donde el 15 de marzo pasado la policía detuvo a una mujer tamil y a su hija de 13 años (v. foto). La madre, Balendran Jeyakumari, es una activista por los derechos humanos que trabaja con el grupo Families of the Disappeared. Ella misma perdió al marido y a dos hijos grandes, asesinados durante la guerra civil. Un tercer hijo desapareció en la nada en 2009, al final del conflicto.
Testigos cuentan que el 15 de marzo, un centenar entre militares y policías han rodeado la casa de Belandran, impidiendo a cualquiera el poder entrar o salir. Luego irrumpieron en la casa y se llevaron a la mujer y a su hija, que se llama Vitushani. Según las fuerzas del orden, la activista "daba refugio a un criminal". En referencia a esto no existen pruebas.