Sor Palmira Biancolin cumplió 100 años: 64, vividos en la India
La misionera pertenece a las Religiosas de María Inmaculada. Dejó Italia en 1953 para desembarcar en la India. La congregación ayuda y protege a las niñas en crecimiento y educación, hasta que encuentren trabajo.
Bombay (AsiaNews) – Sor Palmira Biancolin, de origen italiano y miembro de las Religiosas de María Inmaculada, acaba de cumplir 100 años el 21 de septiembre pasado. Las co-hermanas han organizado una fiesta de cumpleaños para ella, para agradecerle por los 64 años transcurridos en la India al servicio de las jóvenes. Al dirigirse a la italiana centenaria, le han dicho: “Gracias sor Palmira, por todo tu amor y tu servicio atento. Damos gracias a Dios por haberte regalado a nuestra comunidad de Regina Pacis”.
Sor Palmira nació en la comuna de Zoppola, en Friuli-Venecia Julia. Sus padres, Antonio y Genoveva, fueron bendecidos con la llegada de cinco niñas y tres varones. Desde niña expresó su deseo de volverse misionera. El encuentro que le cambia la vida sucede en Roma, a la edad de 14 años, cuando conoce a las Hermanas Religiosas de María Inmaculada. En aquella ocasión, decide tomar los votos y dedicar su vida a servir a Dios y a las jóvenes muchachas de la congregación.
A los 20 años comienza su formación en Roma, luego ingresa al noviciado en París y pronuncia la profesión de fe perpetua en España. Pasa varios años en Jerez de la Frontera (España) y en Roma, hasta que se entera de que la orden ha abierto una nueva casa en Bombay, en la India. Pide poder partir y es aceptada.
El primero de enero de 1952 pisa suelo indio. Desde ese momento se inicia su vida misionera y cumple un deseo que había cultivado desde una temprana edad. En Bombay, Nashik y Delhi se ocupa de acoger a las jóvenes que prestan servicios como empleadas domésticas. Trabaja para la protección de las niñas en los colegios de la congregación y por el mejoramiento y la promoción de las jóvenes en las ciudades. Prodiga una atención amorosa a los tribales que buscan trabajo en los grandes centros urbanos, transmitiéndoles valores como la higiene, el trabajo honesto, y los prepara para ser buenos gobernantes.
Sus co-hermanas cuentan que cada tanto, sor Palmira recuerda los años de su infancia transcurridos en Italia. En esos momentos una sonrisa aflora en su rostro, pero luego afirma: “Yo soy feliz aquí, y quiero permanecer aquí hasta el final”.
05/12/2016 17:00
12/10/2017 16:47