Solovki: el higúmeno anti-vacunas dio positivo al Covid. Kirill cancela su peregrinación

de Vladimir Rozanskij

El patriarca de Moscú se vio obligado a cancelar su tradicional visita veraniega al monasterio que los soviéticos convirtieron en un campo de exterminio. Hace pocas semanas, el obispo Porfirij causó gran revuelo con su prédica contra la campaña de vacunación.

Moscú (AsiaNews) - El Patriarca de Moscú, Kirill (Gundjaev), canceló la tradicional visita de verano al histórico monasterio del Salvador de la Transfiguración situado en las islas Solovki, en el gran norte ruso, más allá del Círculo Polar Ártico. Como resulta difícil acceder al lugar durante otras estaciones del año, el patriarca suele visitar el monasterio para la fiesta de la Dormición de la Madre de Dios, que se celebra el 19 de agosto según el calendario juliano de la Iglesia Ortodoxa. Por esos días también se recuerda a los fundadores del monasterio, los santos Zosima y Savvatij (21 de agosto) y el " Concilio de los santos de Solovki " (22 de agosto).

Según el comunicado oficial, la visita patriarcal se suspendió debido al contagió de coronavirus del higúmeno del monasterio -el obispo Porfirij (Šutov), que también ostenta el título de vicario patriarcal- y por "la posible propagación del virus en la comunidad de monjes". Apenado, el patriarca "se vio obligado a cancelar su visita, programada desde hace tiempo". La expresión no oculta la profunda decepción de Kirill con su vicario Porfirij, uno de los más ardientes negacionistas del Covid y anti-vacunas entre los jerarcas ortodoxos.

El obispo e higúmeno se encuentra aislado en su habitación del monasterio desde el 14 de agosto debido a una infección viral que no reviste gravedad. Por miedo al contagio, el propio patriarca vive aislado en Peredelkino, en las afueras de Moscú, donde permanece desde el primer cierre (lockdown) de 2020. Solo sale contadas veces, para asistir a reuniones particularmente significativas. En cuanto a Porfirij, además de ser el superior de Solovki desde 2009, también se desempeña como director del museo histórico, arquitectónico y de ciencias naturales vinculado al monasterio.

El monasterio de Solovki está situado en un pequeño archipiélago del Mar Blanco y ha presenciado todos los grandes acontecimientos de la historia de Rusia. Desde la época de la liberación del yugo tártaro, en el siglo XV, hasta la tragedia de los años soviéticos, cuando el lugar fue transformado en un campo de exterminio para obispos y sacerdotes. Aquí han muerto muchos mártires ortodoxos y católicos, desde el teólogo Pavel Florensky hasta el exarca greco-católico Leonid Fedorov. La flora y fauna del archipiélago resultan sumamente interesantes para los visitantes, que llegan a las islas en barco y helicóptero en los meses de verano.

El obispo Porfirij se desempeña en su cargo desde que Kirill fue elegido patriarca y siempre ha interpretado sus proyectos. Entre ellos, el plan de apartar el monasterio de Solovki de las actividades de diversas asociaciones históricas y culturales -como el Memorial, dedicado a los mártires y perseguidos por el régimen soviético- para convertirlo en un centro "ejemplar" de la ortodoxia rusa, abierto solo a los verdaderos fieles y peregrinos.

La visita de Kirill de alguna manera debía representar un renacimiento de la Iglesia y de la fe tras los largos meses de la pandemia, en el lugar que es símbolo del renacimiento religioso de los últimos treinta años. Sin embargo, hace pocas semanas, Porfirij causó gran revuelo con un acalorado sermón contra la campaña de vacunación: en su opinión, con las inoculaciones se pretende cambiar el código genético de las personas y privarlas de la imagen divina recibida en la creación.

El patriarca obligó al higúmeno a disculparse públicamente por sus expresiones fuera de control. Al caer enfermo, no solo se atrajo la ira de Kirill, sino también del presidente Vladimir Putin, obsesionado con el riesgo de contagio y muy descontento con los excesos negacionistas del clero ortodoxo.