Solidaridad con las víctimas del atentado a la mezquita de Peshawar

de Shafique Khokhar

La sociedad civil de Lahore pide al gobierno que no dialogue con los talibanes paquistaníes, responsables del último atentado. El número de víctimas ha superado el centenar. El jefe de la policía provincial admitió la responsabilidad por las fallas de seguridad.

Lahore (AsiaNews) - El Comité de Acción Conjunta (JAC) organizó una manifestación para protestar contra el Tehreek-e-Taliban Pakistan (TTP), los talibanes pakistaníes, y para pedir al gobierno que erradique el terrorismo del país, tras el ataque a una mezquita de Peshawar ubicada dentro de un recinto policial. El número de muertos superó las cien personas, lo que lo convierte en el peor atentado suicida de los últimos 10 años.

Decenas de activistas, educadores, estudiantes, abogados y líderes sindicales participaron en la manifestación en Liberty Roundabout, en Lahore, capital de la provincia de Punjab, coreando consignas contra las políticas fallidas del gobierno para hacer frente a los extremistas.

"La masacre de ciudadanos inocentes y policías perpetrada por el TTP en Peshawar pone en evidencia el fracaso total de las fuerzas del orden y la política de seguridad nacional", declaró Irfan Mufti, subdirector de la ONG Sap-Pakistan y presidente del Joint Action Committee. "No hemos aprendido ninguna lección del pasado ni del atentado de 2014, cuando mataron a cientos de niños inocentes”, agregó el activista, en referencia a la masacre en una escuela pública en la que milicianos del TTP mataron a más de 140 personas, de las cuales 135 eran menores.

“Condenamos el atentado en Peshawar y pedimos que se tomen medidas inmediatas contra todos los grupos terroristas que operan dentro o fuera de Pakistán", continuó Irfan Mufti. "El Estado debe adoptar una política de tolerancia cero contra estos grupos terroristas. También pedimos que el Estado cambie su discurso sobre la yihad y el extremismo religioso, y promueva en cambio un discurso de paz, tolerancia y armonía".

Moazzam Jah Ansari, jefe de policía de la provincia de Khyber Pakhtunkhwa, dijo que el atacante vestía uniforme e ingresó al recinto en una motocicleta. "Admito que fue un error de seguridad. Mis hombres no consiguieron detenerlo. Es mi culpa".

Farooq Tariq, un líder sindical que asistió a la manifestación, declaró: "Estamos aquí por solidaridad con los mártires de la masacre de Peshawar. Condenamos el brutal incidente y pedimos que se arreste en forma urgente a estos extremistas. Llevamos mucho tiempo pidiendo a gritos que no haya diálogo entre los talibanes y el Estado. El gobierno de Imran Khan acogió a 40.000 talibanes en nombre del reasentamiento, lo que ha sido un gravísimo error. Está claro que hemos llegado a este punto debido a las políticas equivocadas del Estado, pero seguimos insistiendo en que hay que llevar a esos terroristas ante la justicia, castigarlos y no permitir que ningún talibán entre en Pakistán".

Tehreek-e-Taliban es un grupo que opera sobre todo en las regiones tribales fronterizas con Afganistán. Hace años que reclama la autonomía de la región y lucha en contra del Estado paquistaní y por la aplicación de la ley islámica, siguiendo el modelo de Afganistán cuando los talibanes tomaron el poder en agosto de 2021. En aquel momento el gobierno liderado por el primer ministro Imran Khan (ahora líder de la oposición) había mantenido una posición ambigua, favoreciendo el regreso de los talibanes pakistaníes al país a cambio de que depusieran las armas. Sin embargo, fracasó una serie de conversaciones de paz con la mediación de los "primos" afganos, y ahora volvieron a comenzar los ataques contra las fuerzas de seguridad.

Algunos analistas afirman que los intentos de llevar adelante conversaciones de paz han dado tiempo al grupo para reorganizarse y pronostican un aumento de la violencia en los próximos meses, especialmente de cara a las elecciones nacionales previstas para octubre.

"Este incendio no se detendrá sólo en Khyber Pakhtunkhwa, sino que se extenderá a Punjab y otras provincias”, explicó Hina Jilani, una reconocida abogada de derechos humanos. “Debemos recordarle al Estado que la seguridad es su responsabilidad. La población está muy preocupada por el regreso de los terroristas armados. Hemos perdido miles de vidas inocentes solo porque el Estado ha dejado entrar a estos milicianos en nombre del reasentamiento y el diálogo".

Los medios oficiales del TTP tomaron distancia del atentado de Peshawar cuando algunas cuentas vinculadas al grupo reivindicaron la autoría. Esto se debe a que el código de conducta oficial del TTP no permite atacar mezquitas sino sólo objetivos vinculados al gobierno o a las fuerzas del orden.

“No se puede separar a los talibanes buenos de los talibanes malos -sigue diciendo la activista Hina Jilani-. Son todos malos. La economía está completamente arruinada a causa del terrorismo. Pedimos que no haya diálogo con ellos y seguiremos haciendo oír nuestra voz contra estos extremismos, a nivel nacional e internacional”.