Sismo en Japón: los desplazados están “prisioneros”, por su seguridad
Cerca de 250 residentes ingresaron a la cárcel de Kumamoto, lugar que ha sido poco dañado por los terremotos y que cuenta con generadores de emergencia. Se los hace dormir en el gimnasio que utilizan los guardias del servicio penitenciario. El número de muertos asciende a 44, y son 100.000 las personas que viven en refugios de emergencia.
Kumamoto (AsiaNews) – Ir a prisión no para descontar una pena, sino para hallar refugio. Es lo que le ha sucedido en las últimas horas a algunos centenares de víctimas del doble terremoto que, en un lapso 48 horas, golpeó a la isla de Kyushu (sudoeste), el 14 y el 16 de abril pasados. Las autoridades niponas han decidió hospedar a algunos residentes en la cárcel de Kumamoto, cuya estructura no ha sido dañada de manera grave por las sacudidas. Allí ellos pueden encontrar agua y comida suficiente, además de un techo bajo el cual poder dormir.
La prisión fue construida en 1972, y ha sido proyectada para acoger a 491 personas. Para ubicar a 250 desplazados, las autoridades han liberado un gimnasio habitualmente utilizado por el personal del centro penitenciario. El ministro de Justicia dijo que es la primera vez que el instituto recibe a residentes afectados por una emergencia. . En la jornada de hoy, ingresaron a la prisión 110 personas.
La cárcel ha revelado ser perfecta para albergar a ciudadanos en dificultades, en tanto está dotada de grupos generadores de emergencia, que garantizan los suministros de agua y electricidad. A los desplazados se les sirve la comida preparada a partir de las reservas de alimentos del instituto, que están disminuyendo rápidamente. El ministro decidió trasladar a Kumamoto a 28 empleados del servicio penitenciario provenientes de otras provincias, 18 de los cuales se ocuparán solamente de los refugiados.
El sismo del 16 de abril se produjo a la 1.25 de la madrugada, cerca de la ciudad de Kumamoto, que fue a su vez escenario del primer sismo, de una magnitud de 6,4 grados. Los dos movimientos telúricos han sido los más fuertes que han afectado a Japón desde el terremoto de 9 grados de magnitud, que en el año 2011 causó el maremoto y el consecuente desastre de Fukushima. La Cruz Roja, el ejército (tanto japonés como estadounidense) y la policía están socorriendo a las 100.000 personas que viven en refugios de emergencia, con algunos viviendo incluso dentro de sus automóviles. La manera de obrar del gobierno ha generado muchas críticas, tanto de quien se queja por las escasas raciones de comida que son distribuidas (aproximadamente dos pequeñas porciones de arroz por persona como cena) y por la falta de agua, con la consecuente imposibilidad de higienizarse.