Siria, más de 20 mil combatientes extranjeros para la jihad
Damasco (AsiaNews/Agencias)- En el último período el número de militantes extranjeros llegados a Siria a través de Turquía para combatir la jihad aumentó con un ritmo "sin precedentes", de todo el mundo más de 20 mil personas se habrían juntado o unido a la tropas del Estado islámico o a otros grupos extremistas. Es cuánto han referido fuentes oficiales de inteligencia de EEUU, según la cual los voluntarios de la guerra santa provienen de más de 90 naciones y de éstos, al menos 3.400 de Estados occidentales (150 los americanos).
En el documento difundido por el National Counter-Terrorism Center (Nctc), con sede en Virginia, emerge que los combatientes extranjeros prefieren enrolarse entre las milicias del Estado islámico, que ejercitan hoy una mayor atracción respecto a los movimientos extremistas y terroristas. Los expertos han retocado las estimaciones difundidas en enero, según las cuales los jihadistas llegados a Siria serían unos 19 mil. No hay datos ciertos, pero, según lo que refiere el director de la Nctc, Nicholas Rasmussen, las "líneas de tendencia son claras y preocupan".
Para aclarar las dimensiones del fenómeno, el experto de inteligencia explica que "el número de los combatientes extranjeros que se dirige a Siria no tiene precedentes" y "supera a aquellos que fueron a Afganistán y a Paquistán, Irak y Yemen, Somalia o a otras zonas en los últimos 20 años". Muy variada es también la tipología de los jihadistas extranjeros dirigidos a Medio Oriente, tanto que no "se pueden calificar en ningún estereotipo" o categoría a los cuales colocarlos.
Desde hace tiempo, los gobiernos occidentales han lanzado la alarma respecto al número creciente de ciudadanos que parte para Siria o Irak, para combatir entre las filas de los grupos islamistas. Un fenómeno que creció aún más después de los atentados de París, que causó 17 muertos y sembró el pánico por días en el corazón de Europa.
Según el director del Nctc, las milicias del Estado islámico logran convocar a un número tan grande y elevado de combatientes, gracias también al uso óptimo de la propaganda en las redes sociales; la producción de videos y filmados, realizados en diversas lenguas y muy cuidados, ejercitó una gran fascinación en los jóvenes occidentales. Además de las imágenes de decapitación y violencia, el grupo entendió cómo poder llegar y adoctrinar a miles de jóvenes mujeres o varones; a una "vida alienada" y sin esperanza, ellos les presentan una imagen "bucólica" y fascinante de los territorios ocupados por el llamado "califato". "Al-Qaeda y sus varias afiliaciones en Medio Oriente y en África- concluye Nicholas Rasmussen- jamás han mostrado tal preocupación en tema de propaganda".
17/12/2016 13:14