Siria, hay siete mujeres entre los 51 candidatos a las elecciones presidenciales

Ayer se cerraron las listas oficiales para la votación, prevista para el 26 de mayo. Cada candidato tendrá que obtener el apoyo de un diputado para poder acudir a las urnas. Francia, Estados Unidos y el Reino Unido tachan las elecciones de farsa: Rusia considera que esto es una "injerencia inadmisible en los asuntos internos" de Siria.

Damasco (AsiaNews/Agencias) - Son cuando menos 51 los candidatos para las próximas elecciones presidenciales en Siria, previstas para el 26 de mayo. La primicia absoluta es que entre ellos hay siete mujeres. Los parlamentarios expresaron sus preferencias en estas horas y los que estén inscritos en las listas oficiales y obtengan el apoyo de al menos 35 diputados -del total de 250 de la Cámara- podrán acudir a las urnas. Sin embargo, analistas y expertos dan por descontado que en las elecciones quedará confirmado el líder saliente, Bashar al-Assad. Una votación que los miembros occidentales del Consejo de Seguridad de la ONU (Francia, Estados Unidos y Reino Unido) rechazan de plano.

El llamado electoral del próximo mes afecta a un país que aún sigue marcado por una guerra sangrienta de una década, que dejó casi 400.000 muertos y ha desencadenado una devastadora crisis económica, social y sanitaria, agravada por la pandemia del Covid-19. La moneda local, la lira siria, se ha desplomado frente al dólar, desencadenando una inflación explosiva.

Según la agencia oficial Sana, "se ha concluido el proceso en virtud del cual los parlamentarios aprueban los candidatos a las elecciones presidenciales". Al día de hoy no hay fecha prevista para la publicación de la lista oficial de aspirantes a la presidencia; para muchos gobiernos de Occidente, la ronda electoral no es más que un simulacro de democracia.

El gobierno de Damasco ha invitado a los parlamentarios de las naciones aliadas -China, Irán, Rusia, Venezuela y Cuba, entre ellas- a "observar el proceso electoral" y dar fe de su validez. Esta es la segunda votación desde que comenzó la guerra en 2011 y se da por hecho que Assad será confirmado para un cuarto mandato, ya que tendrá que enfrentarse a candidatos semi desconocidos.

Nicolás de Rivière, embajador de Francia ante la ONU, dijo que París "no reconocerá la validez de las elecciones previstas por el régimen a finales de mayo" porque carecen de "supervisión internacional", como exige la resolución 2254 de la ONU. Su homóloga estadounidense, Linda Thomas-Greenfield, añadió que "el fracaso en la adopción de una nueva Constitución es la prueba de que las llamadas elecciones del 26 de mayo serán una farsa". La diplomática londinense en la ONU, Sonia Farrey, habla de "desprecio por el pueblo sirio". El embajador ruso, Vassily Nebenzia, afirma que es "penoso que algunos países rechacen la idea misma de estas elecciones y las hayan declarado [a priori] ilegítimas", mostrando una "injerencia inadmisible en los asuntos internos de Siria".